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ROCK’N LOVE

No drugs, no sex, no pain

Un artículo de Eduard Terrades || 15 / 6 / 2012
ROCK’N LOVE
Etiquetas: ROCK’N LOVE / / Musical / Romántica /

Lo más interesante que se ha propuesto el realizador es explorar como esa efímera fama sólo se recrea encima de los escenarios.

Que una propuesta que roza el docudrama nos llegue a las carteleras a finales de primavera, es muy sintomático de la época musical a la que nos acercamos: el verano abre las puertas a decenas de festivales en donde el libertinaje interactúa con los decibelios pasados de rosca. Y entre alcohol y barro, las masas que acuden a estos macro eventos van intercambiando gestos, palabras malsonantes y piropos barriobajeros. Algunos hasta inician relaciones que se marchitan una vez se termina la lujuria. Este es el contexto en el cuál se mueve David Mackenzie: Rock’n Love retrata la fisonomía externa e interna del T in the Park, un festival de rock escocés que cada año aglutina a miles de jóvenes con ganas de enfangarse (literalmente) con las centenares de propuestas musicales que ofrece esta meca del rock. Transitar por los distintos escenarios al aire libre permite descubrir a bandas de nombre impronunciable.

Dos de estas bandas (ficticias) topan casualmente en el backstage: una formada por dos músicos indies que crean etéreas melodías de electro-pop (emulando así a New Order, aunque nos les llegan ni a la suela del zapato), y otra formada por chicas rebeldes idealizadas por la cultura del postpunk. Y el enredo musical se hace inevitable: para conseguir que ambos grupos estén en armonía, uno de los organizadores del evento esposa al líder del grupo de rock (Luke Treadaway, visto en las recientes Furia de Titantes y Attack the Block) con una de las féminas indomables (Natalia Tena, líder y acordeonista de la banda Molotov Jukebox), y pierde la llave voluntariamente.

A pesar de las trifulcas iniciales, poco a poco irán uniéndose en cuerpo y alma, ya que si quieren que sus actuaciones no se vean perjudicadas deberán lidiar con este handicap. Contratiempo que al final les beneficia hasta tal punto que las distancias se acortan e inician una pasajera relación amorosa, interrumpida por viejas relaciones sentimentales que aparecen en el momento menos oportuno.

Con esta premisa tan sencilla el espectador puede adentrarse en el backstage de un festival, a los recovecos más íntimos de estos eventos musicales en los que la música muchas veces pasa a segundo término, pues toda la maquinaria para satisfacer al público asistente se centra en el puro ocio que se recrea alrededor de los grandes escenarios (casetas de feria, atracciones, bares improvisados con alcohol barato, luchas de barro…). Y entre bambalinas surgen pequeñas historias como las que protagonizan estas dos bandas que intentan abrirse camino en la complexa industria musical. Y tal vez, más allá de las disyuntivas emocionales que se establecen entre todos los miembros, lo más interesante que se ha propuesto el realizador es explorar como esa efímera fama sólo se recrea encima de los escenarios, pues una vez terminan las “live sessions”, el anonimato provoca ciertas contradicciones en su existencias, ciertas dicotomías que irremediablemente les hace vulnerables ante sus fans. Frustraciones solventadas con un poco de etilismo y amor edulcorado. No hay drogas duras, ni sexo desbocado (y si lo hay, el cineasta lo corta de forma elíptica), ni tan siquiera un dolor muy pronunciado después de la resaca, solamente un vació existencial que los lleva a la deriva.

En este aspecto, el filme se queda en una dieta insípida, de esas con pocas calorías tanto para el público que es megalómano como para los que esperaban una “love story” previsible y con cierto edulcoramiento (que lo es). Pero el objetivo de MackEnzie no es mostrar una bonita historia de amor mojigata, sino ofrecer al público una sensación de plenitud musical para que se empapen del espíritu de libertad que reina en estos acontecimientos en masa.

El problema de esta comedia romántica, que reivindica la música como manifestación cultural y relacional, es su bipolaridad intencional: demasiado atrevida para el espectador que no frecuenta estos eventos, sin embargo puede que los musicómanos la encuentren poco radical y muy blandengue. Pero sí nos ponemos subjetivos, y teniendo en cuenta la que está cayendo, tal vez sea la manera más económica de formar parte de un gran festival de “rock & love”.

FICHA TÉCNICA DE ROCK’N LOVE

Título original: You Instead

Fecha de estreno: 08-06-2012

Web oficial: http://www.sigmafilms.com/films/you-instead/ |

Año: 2011 Duración: 80 min

Director: David Mackenzie

Guión: Thomas Leveritt
Intérpretes: Luke Treadaway, Natalia Tena, Sophie Wu, Gavin Mitchell, Alasdair Mackenzie

Lo mejor:  

obviamente la banda sonora, con fragmentos musicales de Editors o Gossip.

Lo peor:

su falta de atrevimiento en algunas secuencias clave.

Puntuación:

5,5

ideal para los que ahorran todo el año para asistir a un festival de rock.

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