En el trasfondo de esta película vuelve a estar el golpe de estado, un tema al que se vuelve con frecuencia y más recientemente. ¿Se puede sacar algo bueno rebuscando en las heridas, algo que se cuestiona mucho estos días?
Algo buenos siempre se puede sacar, si uno, como condición ‘sine qua non’ mira sin prejuicios. Viendo la relación de los personajes no como vituperables si no humanos, hay temas que siguen vigentes porque seguramente los pasos que hemos dado no han sido del todo afortunados o no han sido del todo fuertes. La mujer golpeada como dramáticamente referencial, es algo actual, han pasado veintipico años y a lo largo de este año llevamos una cuenta sangrienta. En la película hay una cosa a tener en cuenta: hay temas que si no tienen solución en términos colectivos, perviven como interrogantes que se hacen muy serios. No hay un acercamiento adulto a ellos.
Aquí hay personajes que a la hora de disyuntir dudan, se sienten responsables.
De las permanentes discusiones de estos personajes, se podría llegar a relativizar la importancia de la ideología, porque los hay que eran muy de izquierdas con creencias que no pueden mantener, o sus creencias le llevan al dolor o a la discusión, por no hablar de ese permanente enfrentamiento...
Me parece, y me parece porque fue la intención, que en los momentos de cambio, salir de la noche es duro, se espera el cambio como una suerte de panacea, o una imposición que lo va a dar todo. El cambio exige un compromiso muy serio. No se trata de temas partidarios, si no de una concepción humanística. Aquí hay algunos personajes que creen que pierden a los enemigos, alguno concretamente se lanza a la parte más material ¿es vituperable eso? ¿es malo? No lo creo. Está Silvia, que cree que el mundo puede ser mejor y paga su precio. Fran, que se rodea de gente que consume más que él y que es parte de su violencia. A posteri, me parece que los personajes expresan preguntas sobre las que en tantos años no se ha obtenido respuesta.
Dirigir no es como actuar que acabas y te vas a casa, pero si pudiera en serio que lo haría todos los días y creo que podría dar algunas cosas que he aprendido en el mundo del cine, que podría transmitir algún testimonio.
Y después de Pasos, te ha gustado ser director y quieres seguir. Es una vocación firme o esperarás otra ocasión, porque con tu agenda no parece fácil.
La experiencia para mi fue más de vida que de cine, fue asomarme a algo que creía que podía manejar con solvencia, no digo con brillantez digo con solvencia. Y entonces sentí que si pudiera dirigir todos los días lo haría. Pero el cine es caro hay que buscar financiación y hay temas muy complejos, no es como actuar que acabas y te vas a casa. Pero en serio, si pudiera lo haría todos los días y creo que podría dar algunas cosas que he aprendido en el mundo del cine, que podría transmitir algún testimonio.
Habiendo trabajado con tantos directores, ¿te acordabas de alguno en concreto a la hora de trabajar?
Es curioso, yo pensé que me iba a venir a la memoria alguno como tú dices, que me acordaría de gente con quien he trabajado. Pero a la hora de ponerte en la secuencia lo único que te guía es crear expresiones y actuaciones creíbles, en ningún momento se me ocurrió hacer ningún virtuosismo de cámara, o hacer ningún movimiento especial porque no me importaba de verdad. Además, si me hubiera importado tenía gente para hacerlo que hay gente que realmente sabe mucho. Me pareció que buscaba en cada secuencia lo que en cada momento quería ver como espectador.
Sí recuerdo a grandes directores pero posiblemente, como buen pobre, no tengo referencias ricas lo que tengo ahí es poco pero con eso me manejo.
Y a propósito de esos recuerdos ¿viendo tu filmografía con el tiempo, con qué cintas te quedas ahora más satisfecho?
El tema de las películas no es la película en sí que te da un activo interesante, si no lo que la rodeó. He tenido filmaciones malas, emotivamente malas pero que han sido buenas en el estreno y ese momento social se marca. Algunas se marcan pues más por lo que mueve en el estreno como Martín Hache. He tenido alguna filmación durísima en la sierra de Veracruz, pero con un carácter de aventuras tan selvático que me sentía como Livingstone y eso fue más importante que por lo fílmico. Entonces ya no sé cuales son las grandes películas, si no que me quedo con cosas de ese momento.