Supongo que lo políticamente correcto sería dedicar el grueso de esta crítica a aplaudir el valor del documental inspirado, escrito, dirigido, producido e interpretado por la cómica Sabina Guzzanti, que parte de la cancelación de uno de sus programas para arremeter contra la penosa situación de la libertad de expresión en Italia. Un país regido por Silvio Berlusconi, ese señor que no ve ningún conflicto ético en compaginar las tareas de gobierno con el control de numerosos medios de comunicación y consejos de administración de empresas.
Y a ello me dedicaría si hubiese visto ¡Viva Zapatero! como un especial informativo y satírico emitido por la televisión. Obnubilado por los indignados sms cruzados con mis colegas, posiblemente habría pasado por alto su pobreza narrativa, mal disimulada a base de interludios humorísticos y dos o tres efectismos visuales; el exagerado personalismo de su autora, que en los últimos minutos llega a producir incomodidad; y lo confuso de sus reflexiones, que saltan sin hilo conductor de lo apasionante (el sentido de la sátira, la cobardía de la oposición política y del periodismo institucionalizado) a lo anecdótico (la Guzzanti encarándose en plan Caiga Quien Caiga con diversos personajes públicos, las referencias populistas y alicortas a la guerra de Irak o Guantánamo).
Pero debe haber primado en mí el esteta decadente sobre el ciudadano sensato, concienciado y, aquí entre nosotros, encantado de haberse conocido. El documental está de moda. Lo nunca visto, se estrenan uno y hasta dos por semana. Y como todo lo que se pone de moda, empieza a verse contaminado por el virus del oportunismo y la autoindulgencia –cuántos estragos ha causado sin pretenderlo Michael Moore-. Lo que atenta gravemente contra el sentido de un género que se supone la ventana más límpida a la realidad.
Para lograr ese efecto no bastan las buenas intenciones ni halagar el ego ideológico del espectador; se precisan rigor, ingenio y talento puramente cinematográficos. Es lo que diferencia a Bowling for Columbine, La Pesadilla de Darwin, Capturing the Friedmans o The Fog of War de esta ¡Viva Zapatero! que expresará su verdadera naturaleza cuando se programe en el segundo canal dentro de tres años.