En entrevista concedida a la agencia Associated Press, Robert Redford ha criticado el rumbo que ha tomado Sundance, el festival que ayudó a popularizar y que da salida a producciones independientes y nuevos talentos.
Para el actor y director, el evento ha llegado en su 25ª edición, clausurada el pasado 29 de enero, "casi al punto de ruptura, debido a la fiebre, el caos y la excitación" que rodean su desarrollo anual.
El intérprete de Todos los Hombres del Presidente compró en 1969 a una familia de inmigrantes escoceses la estación de ski de Timphaven y sus terrenos circundantes, en el estado de Utah. Su intención era preservar el lugar como entorno natural protegido, y acoger allí iniciativas artísticas experimentales a través del Sundance Institute.
En 1985 el Institute se hizo cargo de un festival de cine ya existente y amplió sus horizontes a nivel internacional.
La imagen de la última edición más repetida por los medios de comunicación ha sido la de la millonaria Paris Hilton bailando en una de las muchas fiestas celebradas en Sundance. Para Redford, "un mercado enorme al que asiste gente como Hilton" no tiene nada que ver con el espíritu que se supone debía primar en el certamen.