En febrero de 2007 comienza a rodarse en Los Ángeles Iron Man, adaptación del cómic homónimo publicado por la editorial Marvel. Y no será finalmente Tom Cruise, estrella ligada al proyecto durante mucho tiempo, quien encarne a Tony Stark, el industrial y playboy multimillonario con una doble vida como superhéroe gracias a una armadura de su invención. El actor elegido para el papel por Paramount Pictures y la Marvel ha sido Robert Downey Jr., reconocido intérprete de películas y series como Chaplin (por la que fue nominado al Oscar), El Detective Cantante (premio al mejor actor en el Festival de Sitges 2003) o Ally McBeal (Globo de Oro al mejor intérprete de comedia).
La elección de Downey Jr. -un actor que ya ha superado los 40 años, ligado habitualmente a films de pequeño presupuesto, y con un pasado lleno de detenciones por culpa del alcohol y las drogas- como protagonista de una superproducción de 100 millones de dólares no es tan extravagante como pudiera parecer. Kevin Feige, uno de los productores de Iron Man, ha manifestado que los héroes de la Marvel “no se caracterizan por lo alto que puedan saltar o lo rápido que vuelen, sino por sus debilidades y sus demonios internos”. Esto es especialmente aplicable al personaje de Tony Stark, que desde su aparición en el número 39 de "Tales of Suspense” (marzo de 1963) se ha diferenciado de otros enmascarados de la Marvel por la carencia de superpoderes propios, una insuficiencia cardiaca, y sus problemas con la bebida.
El director de Iron Man será Jon Favreau (Zathura), a partir de un guión escrito por Matt Holloway, Mark Fergus, Art Marcum y Hawk Ostby que ha resituado al personaje, cuya primera aventura publicada tenía como escenario Vietnam, en el contexto geopolítico actual.