Roy E.Disney, sobrino de Walter Elias Disney ha expresado con contundencia su rechazo a la medida. Recientemente había dimitido de su cargo por el camino que estaba tomando la empresa, abiertamente opuesto en su entender al espíritu que había visto nacer a la marca y a las características que la habían hecho grande.
Pero la dirección, ni corta ni perezosa, se ha lanzado de lleno a acabar con el formato clásico de creación de dibujos cerrando su división en Florida con el consiguiente despido de 258 empleados, con lo que llevan una plantilla que rondaba los 2000 a finales del año 99, a apenas unos 600 en la actualidad.
Curiosamente, si hace unos años la promoción de las cintas de animación centraba sus campañas publicitarias en remarcar que las producciones hacían uso de técnicas informáticas, últimamente se había invertido la tendencia en un reciclaje de marketing, y se estaba poniendo especial énfasis en cuándo una producción volvía a hacer uso de los dibujos de toda la vida. Pero el éxito aplastante de producciones de Pixar como Buscando a Nemo, ha hecho que la casa de los carismáticos Mickey y Donald opte por centrarse en este género, y más que posiblemente en esta compañía: los analistas auguran que esta medida es la antesala de una renovación del acuerdo con Pixar para seguir contando con los creadores de Toy Story.
Al parecer, Walt Disney prevé que su negocio se dirigirá por esta vía para grandes lanzamientos en sala de cine, y continuaciones de sus nombres importantes en video y DVD.