Gp32: Cambios en el mundo portátil

Se avecinan grandes cambios en el videojuego portátil. El dominio absoluto de la Gameboy de Nintendo, que a lo largo de su historia ha acabado con cualquier tentativa de rivalidad –desde la Lynx de Atari a la GameGear de Sega, o más recientemente la intentona de SNK- puede tener los días contados. Porque desde que Sony anunció su PSP, y a medida que ha ido desvelando nuevos datos, todo parece dispuesto para que los responsables de Playstation vuelvan a hacerse con un mercado en el que no tenían presencia, tal y como hicieron con la llegada de la primera PSX. Nintendo reaccionará con una extraña iniciativa, la Nintendo DS que con su doble pantalla pretende recuperar una idea lejana de sus Hand Held, con la pretensión de redescubrir el mundo del videojuego con nuevas opciones.
Pero en cualquier caso, la llegada de estas dos consolas anda todavía como una opción lejana (la PSP tiene como fecha de salida en europa y américa los primeros meses del 2005) y mientras Nokia hace todo lo posible por ganar terreno y no convertirse en una víctima más (quizá la última) de Gameboy con su N-Gage, nos llega una de las máquinas más codiciadas de los últimos años, especialmente por los públicos más avezados en la afición al videojuego.

Game Park 32 (GP32) apareció prácticamente a la par que la primera versión de Gameboy Advance. A pesar de que su distribución se limitó a su país natal, Corea, muy pronto se inició un fenómeno de importación con escasos precedentes y en el que la consola comenzaba su expansión independiente, con un desarrollo no basado en el funcionamiento más industrial de políticas de marketing, si no en la devoción de muchos de sus usuarios por sus características únicas.

De aquí se deduce que lo que más grande ha hecho en este tiempo a la Gp32, es su auténtica comunidad de usuarios. En un movimiento con similitudes a Linux, se han lanzado al desarrollo de todo tipo de aplicaciones gratuitas y juegos realizados por pura vocación amparándose en una de sus mejores cualidades: la versatilidad, basada en un lenguaje C accesible fácilmente a los programadores, con que las mentes más creativas pueden llegar a sacarle un alto rendimiento. Aunque sin que ello sea un obstáculo para los usuarios medios.

La consola cuenta además con títulos propios, que a pesar de formar un catálogo no demasiado extenso, si se nutre de algunas verdaderas maravillas (de los que acompañarán su lanzamiento destaca “Her Knights - All For Princess”). Todos vienen en el formato SMC (Smart Media Card), tradicional en muchas cámaras digitales y que pueden comprarse de forma independiente. De hecho, si la importación de la máquina se convertía en una sucesión de trámites engorrosos, tiempo, y dinero invertido, los juegos oficiales podían descargarse previo pago desde webs dispuestas a tal efecto ahorrando así en trámites, tiempo y dinero.

Desde aquí se empieza a dejar clara su naturaleza. Gp32 está concebida para ir de la mano de un ordenador, conectado a internet, y con un ánimo “freak” por sacarle el mayor partido posible. De hecho, de las primeras cosas que se debían hacer tras su importación, era registrarla en la web oficial ya que cada máquina estaba identificada, y así se evitaban problemas de piratería a la vez que adquirido alguno de sus juegos, al usuario en cuestión se le permitía repetir la descarga en cualquier momento (aún queda por ver cómo funcionará este sistema en España).

Pero el tema de jugar es sólo una de las opciones, y esto no es una afirmación gratuita. Desde la reproducción de MP3 a DivX (sí, películas, previa adaptación a un formato propio) son muchas otras las opciones que permiten una gran personalización y largas horas de investigación. Una de ellas, que ha sido definitiva para muchos de sus compradores, ha sido la facilidad para acceder a software de emulación, un tema que si bien puede acabar dando los consabidos problemas de licencias en los “retrogames”, permite jugar a múltiples programas tanto clásicos en PC (Monkey Island, Doom) como de Msx, Nes, Master System o incluso una versión en pruebas cuyo recorrido se intuye escaso de la propia Game Boy Advance.

La versión que nos llega a nuestro país es la Gp32 FLU o Front Light Unit, que viene a ser un sistema de retroiluminación que impide los problemas de falta de visibilidad que aquí apreciamos en la primera GBA. Todo esto gracias a la valentía de Virgin que se ha mantenido firme cuando otras distribuidoras cambiaron de opinión, y que puede hacerse con un hueco antes de las nuevas consolas con un aparato que tiene su terreno propio. Difícilmente se puede encontrar en tan poco espacio tanta potencia abierta a nuevas experiencias. Además cuenta con tecnología Wireless que permite sin problemas acceso a las partidas multijugador sin cable.

Gp32 saldrá a la venta al precio de 199,95; sus juegos estarán entre 29 y 34,95