Hace unos meses os dábamos cuenta del disgusto que el actor y director norteamericano Robert Redford había manifestado públicamente por el rumbo que estaba tomando su criatura más preciada, el Festival de Sundance. Un evento nacido con el propósito de impulsar films y mensajes alternativos iba degenerando en un sarao cada año más incontrolable que estaban pasando a protagonizar, en despectivas palabras de Redford, “gente como Paris Hilton”.
Pues bien, el recelo de Redford ha impulsado una nueva edición del Festival, iniciada el pasado jueves 18 de enero, caracterizada por un endurecimiento de sus contenidos con vistas a resaltar un cine independiente más complejo, maduro y cosmopolita. Esto ha incidido en una abrumadora presencia de documentales entre las 122 películas programadas, y en una mayor intencionalidad social y formal de los films de ficción escogidos por la organización.
Así, la sesión de apertura del certamen vino marcada por unas duras palabras de Redford contra la administración Bush en referencia al conflicto iraquí, y por la proyección del documental Chicago 10, centrado en las manifestaciones contra la guerra de Vietnam que en 1968 sacudieron la convención nacional del Partido Demócrata celebrada en Chicago.
Sundance, que termina el día 28 de enero, servirá además de escaparate a producciones como Grace is Gone, drama sobre el impacto en su familia de la muerte en Irak de una combatiente norteamericana; Houndog, en torno a la violación de una niña interpretada por Dakota Fanning (La Guerra de los Mundos); King of California, con Michael Douglas en la piel de un anciano enloquecido que busca un tesoro; y Delirious, última película de Tom DiCillo (Johnny Suede).