La ciudad de Las Vegas, lugar insólito donde los haya, está repleta de perdedores que vacian sus cuentas bancarias apostando a un número en el llamado paraíso del juego. Pero el casino Shangri-la guarda un as en la manga. Y es que en él trabaja Bernie (William H. Macy), un gafe profesional capaz de dejar en paños menores a los clientes con el simple roce de sus dedos. Pero las cosas empiezan a torcerse cuando una guapa camarera (Maria Bello) se cruza en la desoladora existencia de Bernie.
En su debut como director, el surafricano Wayne Kramer ha sabido rodearse de un efectivo casting: resulta difícil imaginarse a otro actor en la piel de aguafiestas que no sea H. Macy, muy bien acompañado por el talento emergente de Maria Bello junto con el recuperadísimo Alec Baldwin (primera nominación por este film en su ya dilatada carrera). Todos ellos dan forma a un guión que parte de una idea muy original, y que poco a poco dará paso a una extraña historia de amor.
Concebida como film de corte independiente, lo cierto es que el término queda ago devaluado dado que cualquer película que parta de un guión trabajado y donde los personajes concentren toda a atención del relato, ya es sinónimo de cine hecho fuera de los estudios. Y no siempre es así. La cuestión es que "The coler" proporciona agradables sorpresas, su realizador se revela en el mundillo cinematográfico con una sólida labor en el terreno de la dirección de actores aportando a su vez aspectos novedosos en el tratamiento de la imagen, reforzando con ella la sobriedad de la puesta en escena.
Con una división en dos partes, una recoge la peligrosa relación establecida entre el jefe del casino y Bernie (la presencia del temido Baldwin en la pantalla hace subir la temperatura de la sala) y otra el vínculo formado por éste y la camarera en una relación portadora de más tristezas que alegrías.
Partiendo de una premisa dificimente creíble, experimenta un cambio tras dar a conocer a la perfección a los personajes que pululan por el casino, matones sin escrúpulos, desechos enganchados de igual forma a la rueta y a las drogas, etc. y que nos traen a la memoria ecos de otros films de similar temática.
A pesar de utilizar ciertos recursos ya resabidos, y alguna escena final que rompe parte del encanto del resto del metraje, la cinta cumple fielmente con su cometido, dando cabida a una trama interesante y un reparto de altos vuelos. Poco más se puede pedir.