En el hall de los cines Renoir de Barcelona, en una espléndida mañana de primavera, entrevistamos a una de las grandes figuras del cine español. Con treinta y seis películas a sus espaladas, se muestra entrañable, con sentido del humor y abierto. Se notan los años de experiencia, que exterioriza amablemente respondiendo preguntas sobre su nueva película ‘El Séptimo Día’.
El tipo de narración en el séptimo día tiene bastante de metafórico, algo con lo que ha jugado en muchas de sus películas como “la Caza”. ¿Se siente a gusto utilizando la metáfora en la narración y, en el caso concreto, su metáfora va asociada a la España negra de la Guerra Civil?
Sí, yo siempre he dicho que el lenguaje metafórico es como una reflexión, una forma de contar una historia dándole un poco la vuelta para que tenga otro sentido.Me gusta mucho trabajar en ese terreno porque no sólo hay una línea derecha si no que también hay otras líneas paralelas o inferiores que hacen completar la historia.
Además yo pienso que así la enriquece. Aquí se puede entender la metáfora en conjunto porque es una película más “realista”, siguiendo los pasos de muchas de mis películas realistas, pero al mismo tiempo se puede entender como una metáfora de la violencia y sobre todo de nuestra guerra civil: guerras entre hermanos y familias. He buscado sobre todo por qué razón surge en un momento determinado la violencia y la muerte.
¿Es el de Puerto Hurraco un caso aislado, o en la España rural más profunda y oculta puede haber más de lo que aquí se relata?
En primer lugar creo que no es una cosa exclusiva de la España Rural, sino que está en todos los pueblos, en todos los países. Son circunstancias que se dan cómo consecuencia de pequeñas rendijas, envidias, discusiones por terrenos -como pasa en la historia de Puerto Hurraco- o incluso entre las mismas familias; yo vivo en un pequeño pueblo de la sierra de Madrid cerca de Segovia y sabes de situaciones problemáticas entre familiares por la herencia. Ves que hay casas vacías pero que no están en venta y es debido a eso a las envidias, pero claro, no en todos los casos se llega al extremo de la muerte.
¿Sabes si las personas que criticaron el proyecto ya la han visto y qué opinan de ella?
Verla no la han visto, hicimos el estreno en Mérida e invitamos a todas las autoridades y el único partido político que vino fue Izquierda Unida (risas), y se quedaron encantados con la película. Vinieron también personas de la misma población de Puerto Hurraco, e incluso de pueblos de alrededor, que también se quedaron encantados...
Pero con su dilatada carrera de prestigio internacional ¿Qué piensa cuando algunos políticos le llaman paparazzi o director mediocre?
Me encanta que se metan conmigo por que sólo oigo elogios (risas), además como dijo Victoria Abril eso es bueno porque así hablarán más de la película y más gente irá a verla. Yo ante las críticas no puedo decir nada por que uno es libre de pensar lo que quiera y si esa es su opinión pues bien está, yo no me enfado.
Se han hecho muchas películas de esa España profunda pero, ¿por qué crees que todavía no se ha llevado al cine una película que trate los verdaderos problemas de nuestra España negra? Es decir, una película que cuente la verdad de le guerra civil, que profundice y entre en las heridas que quedan por cerrar.
Cómo diría de una manera retórica me tocas la fibra sensible (risas). Yo te explico, he trabajado mucho en proyectos y en películas sobre la guerra civil, en la época de Franco era casi imposible rodar este estilo directamente, solamente podías rodar indirectamente y eso se ve en muchas de mis cintas de la época. Cuando murió Franco yo rodé una película con Andrés Vicente Gómez que la conoceréis ¡Ay Carmela! De la cual yo estoy muy orgulloso porque es de las primeras que profundizan en la guerra.
Pero yo quería hablarte de un guión que hice por aquella época llamado “Esa Luz” que se basaba en la guerra civil española y que no sé si algún día llevaré a la gran pantalla. Estaba propuesto para Andrés Vicente Gómez quién lo estudió al detalle. Por lo costoso de tantas batallas, con su historia de amor cruzada, se fue alargando. Se hacía no se hacía, y al final por problemas de presupuesto no llegó a buen puerto, por lo que decidí hacer una novela que se llamó “Esa Luz” que la podéis encontrar en cualquier librería y os recomiendo que leáis.
Trata de una pareja obligada a separarse en el bando republicano y en el franquista. Realmente me gustaría hacerla, aunque después de la novela creo que será muy difícil volver a empezar, especialmente por el presupuesto. Pero si estoy de acuerdo que la guerra civil es un tema pendiente, no sólo ya en historias de batallas, si no también en historias humanas.