Capcom ha decidido volver por sus fueros dejando todo su talento en esta entrega de Resident Evil para Nintendo 3DS.
Que nos encontramos ante un peso pesado con Resident Evil Revelations queda patente ya en los primeros minutos. Los valores de producción son extremadamente altos en todos sus apartados, desde un motor gráfico excepcional, pasando por un acertado uso de las 3D y un impecable trabajo en lo que al sonido se refiere, coronado por un gran doblaje al castellano por primera vez en la longeva historia de la saga.
No contentos con eso y en una generación plagada de contenidos descargables, Capcom ha echado el resto en cuanto a contenidos, añadiendo modos de juego, numerosos extras para desbloquear (armas, trajes, ventajas) incluyendo una especie de logros y recompensas que interactúan entre el modo asalto y la campaña de un modo que no se había realizado antes. La guinda del pastel es un divertido modo cooperativo ya sea local o a través de internet que detallaremos posteriormente.
¿Reviviendo el pasado? Si pero no.
Mucho se ha comentado sobre si Revelations supone o no un regreso a los orígenes de la saga. Está claro que un título francamente redondo como Resident Evil 4 mostró el camino hacia una progresiva shooterización de la misma, un camino por el que transitó de nuevo Resident Evil 5, resultando ser un buen título de acción al mismo tiempo que un mediocre Resident Evil.
Revelations ha supuesto una brillante mezcla por parte de Capcom, en tanto que busca ponernos en tensión, tiene un desarrollo bastante pausado en muchos momentos y potencia la exploración (sobre todo gracias al escanner) a pesar de que la presencia de puzles o acertijos a la vieja usanza es meramente testimonial.
Capcom ha lanzado un guiño a los jugadores otorgando el protagonismo casi absoluto a Jill Valentine, personaje que controlaremos la mayor parte de la aventura, acompañada en algunos momentos por Chris Redfield. Antiguos agentes Stark, ambos forman parte ahora de la BSAA, una ong encargada de vigilar las posibles amenazas bioterroristas por todo el mundo. Una de ellas, conocida como Veltro, parece ser la responsable de la propagación y experimentación ilegal de un nuevo virus, por lo que el responsable de la Bsaa, el general O'brian, no duda en enviar a sus mejores hombres para investigar.
Una mansión sobre el mar.
Aunque inicialmente pueda parecer lineal o limitado, Revelations (o más bien la mayor parte del mismo) nos permite movernos con relativa libertad por el escenario central de la historia, un barco en medio de la nada hacia el que partiremos para investigar. El “Queen Zenobia” (sin ser la única localización) es una enorme estructura, un complejo con sus camarotes, salas de máquinas, cubiertas, pero además visitaremos el casino o la sala de recreo entre otras estancias. Ha sido agradable comprobar cómo tras un comienzo intencionadamente guiado nos hemos encontrado con el paso de las horas frente a esa mezcla de viejas sensaciones respecto a la saga. Efectivamente el mapeado se va abriendo y dando lugar a cierta exploración, encontrando puertas bloqueadas por diferentes tipos de llaves o tarjetas magnéticas, por lo que en ocasiones tardaremos bastante en descubrir que se oculta tras ellas mientras buscamos la forma de abrirlas. Detrás de esto no se oculta ningún puzle de los que nos hacían sufrir en las primeras entregas (de hecho se repite un sencillo reto para conseguir desbloquear paneles eléctricos usando la pantalla táctil), pero esta exploración, unido al acertado uso del escáner para encontrar munición, hierbas curativas y mejoras, le confiere un ritmo pausado entre los inevitables combates, una mezcla que funciona a la perfección.
Esta mezcla, tiene un interesante añadido en forma de niveles que por lo general transcurren de forma paralela en el tiempo. Controlando a otros protagonistas del equipo disfrutaremos niveles de acción pura, con muchos enemigos, munición a raudales y la tensión de sentirnos rodeados mientras intentamos recargar. Ha sido todo un acierto no convertir Revelations en un simple shooter pero diseñar estos niveles para vaciar el cargador sin pensar en nada más son un complemento perfecto, con la pega de ser en general, bastante cortos.