Pablo (Sergi López) es un oficinista gris en una empresa todavía más gris. Su vida va en automático, o en punto muerto. Casa, trabajo, comida, televisión y casa, trabajo... Cómo es un forofo de hacer lo que hace la mayoría, decide estafar a un cliente, hábito normal entre muchos de sus colegas de trabajo. Un plus económico nunca viene mal. Pero Pablo tendrá mala suerte, hace una y se le vuelve en contra. Para deshacer el engaño necesita dinero rápido y, ¡zas!, recurre a una segunda estafa. Su primo lejano, Léon (Christophe Lambert), acaba de heredar una gran cantidad de euros y parece una presa fácil. Léon se excedió en el consumo de ácidos en su juventud y sigue colgado de la idea de que Janis Joplin y John Lennon van a aparecer cualquier día en su vida, como lo hicieron en uno de sus cuelgues. ¡Idea! Si ellos vuelven y le piden el dinero, él se lo dará. Al menos, eso es lo que planea Pablo. Consigue convencer a su mujer para que sea Janis y contrata a un actor en paro para Lennon. Si Janis va creciendo dentro de Brigitte (Marie Trintignant), la mujer de Pablo, de un modo sorprendente; John no se queda lejos, Walter (François Cluzet), el actor en paro, ha encontrado en este personaje el papel de su vida. El primer estafado, el señor Cannon, magistralmente interpretado por Jean-Louis Trintignant, significará en la vida de Pablo mucho más de lo que él nunca hubiera imaginado. Lo que empieza blando y previsible se convierte poco a poco en un divertido entuerto donde los personajes crecen, se reproducen y llevan a un enredo fácil, pero de emociones reconocibles y cercanas. Un director joven, Samuel Benchetrit, que, aunque abusa de la voz en off y, al inicio, de un montaje veloz para contar mucho en poco tiempo -cosas de principiante-, tiene mucho que aportar por su facilidad para hacernos reír sin olvidarse de contar cosas sobre la vida, sobre como enfrentarla y sobre como disfrutarla. Las interpretaciones son todas muy interesantes y osadas, y si te gusta la música de los 70, aquí tienes una buena muestra: The Clash, The Who, Ten years after, y, por supuesto, Janis Joplin, te acompañan a ritmo de celuloide.