Sostiene una taza de café con la mano derecha y te mira a los ojos en cada una de las preguntas, a las que siempre responde sonriendo y dando las gracias. A sus cuarenta y seis años sus arrugas la embellecen, la hacen real. Con la ayuda de sus ojos inteligentes y vivos que hablan por ella, la entrevistamos en san sebastián a propósito de su nueva cinta, ‘being julia’.
Con una carrera como la suya ¿Siente que le falta algún papel para hacerla más completa?
Creo que no, me siento feliz de las películas que he hecho y no añoro haber hecho más; estoy muy agradecida a los papeles que me ha tocado interpretar. En mi último trabajo por ejemplo (Conociendo a Julia) siento que he crecido como persona creativa, conforme hago más películas espero ser más libre y abierta.
En “Conociendo a Julia” su trabajo es muy intenso, ¿lo preparó pensando en alguna actriz del cine clásico? Me recuerda por ejemplo a Bette Davis.
No nunca me he inspirado en ninguna actriz en particular, lo que no quiere decir que no las admire, pero yo cuando empecé a trabajar lo hice en el teatro, por eso la puesta en escena del personaje de Julia no me ha sido especialmente dura, aunque sí intensa, porque ya no estoy acostumbrada a esa concentración que exige el teatro.
Usted representa a la actriz madura y muchas de estas actrices maduras se quejan de los pocos papeles para ella que les llegan, supongo que es usted una excepción.
Tengo suerte, a pesar de que mi trabajo en el cine no empezó pronto —ya tenia más de treinta años— no he tenido problemas para encontrar trabajo. Yo pienso que el verdadero problema es un problema general del cine y no de las mujeres, el cine que se hace es cada vez peor porque lo único importante es ganar dinero, espero que tarde o temprano esto cambie porque yo confío mucho en los creativos de mi país.
Creo entender en sus palabras que usted va a hacer más cine independiente como el de su última película porque cada vez le gusta menos el cine comercial que se hace en su país...
Espero que si, la economía global está viva y coleando y en América se presta cada vez más interés al dinero y eso no hace mucho por el buen cine.
En “Conociendo a Julia” se produce una rivalidad entre una actriz joven que intenta robar el protagonismo de Julia; ¿en su carrera alguna vez le han robado a usted escena o a la inversa?
No, me encanta la edad que tengo y no me gusta interpretar papales de mujeres con menos edad por una falso complejo de narcisismo, como actriz siempre espero que me llegue un papel que me guste pero yo no tengo problemas con mi edad, me gustaría llegar a ser una viejecita interpretando todos esos grandes papeles...No sé mi abuelo murió con cien años espero llegar a su misma edad. Es sólo que la gente ve un problema la edad y no es nada malo cumplir años. Sí, luego está lo de la belleza pero eso es algo tan subjetivo...
Pero le han robado alguna escena...
(Sonríe) No ves que no quiero contestar a eso...