No creo que nadie espere encontrar aquí una honda reflexión sobre la personalidad humana captada desde la castidad y libre de los peligros de la carne, un tratado sociológico sobre las relaciones hombre-mujer más allá del polvo fácil entre mujeres de revista y hombrecillos más cotidianos para delicia engañosa del fantasioso público viril.
Esta es sin duda una película ligera, con meras aspiraciones de pasatiempo, que buscando recrearse en la tontería de la sexualidad y abstinencia nos va a acribillar con el foco cómico en que se inspira para aprovecharse de las risas fáciles, y tratar de robar alguna a quien ande escaso de predisposición.
El voto de castidad de 40 días decidido por algún motivo poco claro que surge de una mezcla de despecho y sexo de calidad (sí, aunque sea contradictorio), servirá de base para que las féminas se lancen a probar la teoría de que la atracción y el desprecio van de la mano y dirigidas a algún lugar obsceno.
A partir de ahí es fácil intuir que, paralelamente, se forje una historia de amor sincero, pulcro, honrado, a la altura de las nubes y revestido del rocío de mañanas primaverales... vaya, el inevitable pastelito para la comedia "cachonda" que tan preciso como el happy end, nos deja recordándonos que con estas cintas, tenemos justo lo que nos buscamos.
Y que nadie se queje de ella. No es una obra maestra, no es un engaño tramposo. Es simplemente, una película fácil para alguien que la busque... por el motivo que sea.