Si para la trilogía sobre el superhéroe de la Marvel Spider-Man dirigida finalmente por Sam Raimi sonaron antes grandes nombres como el de James Cameron, otro tanto ha sucedido con el reboot de la franquicia del que se ha hecho cargo a la postre Marc Webb, cuyo estreno está anunciado para julio de 2012.
Entre otros candidatos a dirigir las nuevas aventuras de Spider-Man estaba nada más y nada menos que David Fincher, firmante entre otras de Se7en, El club de la lucha, Zodiac, El curioso caso de Benjamin Button, La red social y la inminente Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres.
Con Marc Webb, el estudio Sony apostó por un perfil bajo y controlable. Hubiera sido difícil que Fincher se plegase a ello, y se confirma atendiendo a las ideas que tenía para el superhéroe, reveladas en una entrevista promocional de Millennium.
Fincher afirma que volver a contar los orígenes de Spider-Man es absurdo: “No estaba interesado en contar otra vez cómo Peter Parker adquiría sus superpoderes arácnidos. Ya lo había hecho Sam [Raimi] y, además, es una explicación que se ve un poco ridícula en pantalla”.
“Yo hubiera resumido en forma de vídeo musical u ópera de unos diez minutos esos orígenes” —ha detallado Fincher— “y, después, habría hecho que Gwen Stacy, el gran amor de Peter, fuese asesinada por el Duende Verde, como en los cómics. A partir de ahí, la película sería totalmente diferente a lo de siempre. Nada de la historia del adolescente, sino la de un freak a quien sus superpoderes hacen aun más freak”.
¿Le extraña a alguien ahora que Fincher no haya dirigido The Amazing Spider-Man?