Aunque a simple vista puede parecer que Disney constituye un emporio multimedia imbatible, los ejecutivos de la productora y (sobre todo) distribuidora analizan ya los datos de lo acontecido a su división cinematográfica en el año que ahora termina con no poca preocupación. Es uno de los motivos por los que, como os informábamos el miércoles, ha dicho NO a dos ambiciosas propuestas del productor Jerry Bruckheimer.
Lo cierto es que la compañía supo prever que la recesión económica haría de 2011 un mal año para sus películas, y tomó nota de que algunas apuestas fuertes de las últimas temporadas (Cuento de Navidad, Prince of Persia: Las arenas del tiempo, Enredados) no habían funcionado en taquilla como se esperaba. Por ello, optó por reducir sus producciones de 19 en 2010 a 14 en 2011, recortando además en presupuestos y ambiciones creativas.
Sin embargo, esta estrategia solo ha rendido frutos reales en el caso de las modestas Gnomeo y Julieta y Criadas y Señoras (producción de DreamWorks) y de Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas, cuya taquilla es la única comparable a la de los dos grandes éxitos de Disney en 2010: Alicia en el País de las Maravillas y Toy Story 3. Por lo demás, realizaciones de bajo coste como Prom y The Muppets no han terminado de enganchar al público, Cars 2 ha rendido por debajo de lo esperado, y la cinta de animación Marte necesita madres ha sido un fiasco en toda regla.
Por todo ello, Disney ha recaudado 3.360 millones de dólares en 2011, un 12% menos que en 2010. De cara al año próximo, el estudio será aun más agresivo, confiando únicamente en un puñado de títulos que puedan garantizar casi al 100% atractivo mundial tanto en cines como en formatos domésticos y online y merchandising (esta última, prácticamente la única razón por la que existe Cars 2). Los títulos más potentes del estudio para el año próximo son la producción de Marvel Studios Los Vengadores, la producción de Pixar Brave, y la epopeya fantástica John Carter.
Disney también pretende reexplotar de maneras novedosas clásicos de su catálogo como La Bella y la Bestia y Buscando a Nemo, ya que el reestreno este año en 3D de El Rey León ha recaudado en todo el mundo casi 500 millones de dólares, habiendo costado su conversión tridimensional solo 10 millones.