El pasado mes de enero os informábamos de que el estudio Lions Gate había comprado Summit Entertainment, productora de Crepúsculo y sus secuelas, con la intención entre otras cosas de prolongar cinematográficamente el éxito de la saga protagonizada por Robert Pattinson y Kristen Stewart más allá de las novelas de Stephenie Meyer en que han estado basadas hasta la fecha.
Pues bien, la reacción de Pattinson, intérprete del vampiro Edward Cullen en la franquicia, no se ha hecho esperar. La estrella (en la imagen) ya había manifestado en más de una ocasión estar cansado del universo Crepúsculo y querer crecer como actor; algo que por cierto ha intentado cumplir participando en proyectos más adultos como Bel Ami y Cosmópolis, aunque la programación de la primera en la recién concluida última edición del Festival de Berlín se ha saldado con salvajes críticas contra su labor.
Aun así, Pattinson ha dejado claro que, aunque Meyer escribiese más novelas de Crepúsculo o Lions Gate se sacase de la manga guiones originales, se ve demasiado mayor y explotado como para continuar al frente de la saga: "Por supuesto que tendría interés en ver qué se les puede ocurrir para el personaje, pero empiezo a ver el fenómeno con cierto distanciamiento". Desde aquí solo podemos apuntar que todo es relativo, y que por mucho que Pattinson quiera escapar a Edward Cullen, como no mejore mucho como actor tendrá que volver a Crepúsculo con el rabo entre las piernas. Puede que el fenómeno le agobie, pero le proporciona dinero y popularidad sin casi esfuerzo por su parte.