Con muchos rasgos propios de una comedia burda estereotipada, de las que se realizan miméticamente cada cierto tiempo, la presencia de Robert Altman hacía intuir algo de personalidad.
Y bueno, realmente es algo diferente...
Una larga y exasperante primera hora contando NADA de forma alargada, para posteriormente crear algo de interés, darnos un par de situaciones cómicas que no son nada del otro jueves, y acabar con surrealismo profiriendo una afirmación de la misoginia.
Esta es la propuesta de Robert Altman y la excusa para hacer desfilar de nuevo a Richard Gere y Helen Hunt, permitiéndoles hacer una vez más sus eternos papeles aunque en esta ocasión con mayor aburrimiento.
Y es que lo mínimo que se le podía pedir a ésta pseudocomedia es alegrarnos un rato, y más que eso lo que hace es irritar y enervar al personal con su cargante visión del pijerio tejano que alarga hasta una vomitiva saciedad. Del mismo modo busca retratar la estresante vida de un hombre rodeado de mujeres, pero la cerril reiteración para hacernos comulgar de su sufrimiento, nos hace dudar de la necesidad de torturarnos cuando vamos al cine.
Cierto es que posteriormente aparecen situaciones algo cómicas. Cuando la cinta parece sentenciada como el peor bodrio incomible de la última época, sabe recuperarse ligeramente con un par de escenas esperpénticas, que servirán para terminar de retratar a todos los tipos de mujer que hay en la vida del Dr.T, y quizá también de Robert Altman: una que se vuelve loca "porque sí", una borracha convencida, una lesbiana que se casa con un feo porque toca, una que es un auténtico zorrón, una que es una quejica hipocondríaca, y la reptante enfermera-secretaria que busca con tenacidad la ocasión de saciar su furor uterino.
Ante este cuadro que, REPITO (como hace él), valía con que se nos mostrase una sola vez (poco debe confiar en la inteligencia del público de este tipo de películas), la mejor conclusión más allá de la que se pueda extraer de la historia, es que cuando se unen estos personajes, no hemos de ir al cine la dirija quien la dirija.