Hace apenas un par de años, el tema de la intervención estadounidense en países de Oriente Medio era visto por los grandes estudios de aquel país como peligroso y poco comercial, algo que evidenció el escaso interés popular por En Tierra Hostil.
Ahora que la muerte de Osama Bin Laden y la retirada de Irak parecen haber dado carpetazo a la Guerra contra el Terror emprendida tras los atentados del 11-S, los proyectos de corte militar parece que se ponen de moda, sobre todo en su vertiente de hazañas bélicas.
El pasado fin de semana, una producción modesta como Act of Valor, con soldados auténticos en su reparto, se encaramaba al primer puesto del box office USA. Kathryn Bigelow, directora de la citada En Tierra Hostil, prepara una película sobre la eliminación de Bin Laden. Y Peter Berg, director de Hancock y Battleship, acaba de conseguir que Universal dé luz verde a Lone Survivor.
Lone Survivor es la odisea basada en hechos reales de un grupo de Navy Seals que, en 2005, cayó en una emboscada mientras trataba de liquidar a un lugarteniente de Bin Laden; argumento que recuerda, por cierto, al de Black Hawk Down (2001). Berg lleva preparando el proyecto con entusiasmo desde hace dos años, y ha llegado a pasar en Irak dos meses, recogiendo experiencias reales de las tropas allí destinadas.
El trío protagonista del proyecto anda sobrado de testosterona: Mark Wahlberg (que ya quiso trabajar con Berg en Cocaine Cowboys), Taylor Kitsch (que acaba de colaborar con él en Battleship, en la imagen) y Ben Foster (Pandórum, The Mechanic, Contraband). Todavía se desconoce, de cualquier manera, si los tres actores estarían a la vez en la película, o si la productora ha filtrado sus nombres para estimular la competencia entre ellos por ciertos papeles.