La decisión de retrasar el estreno de la película nueve meses, estrategia que afecta gravemente a exhibidores y licenciatarios de marketing y que costará lo suyo a Paramount Pictures en penalizaciones, no respondía únicamente como se había anunciado a su conversión a 3D, sino a la desastrosa recepción obtenida por la película en sus pases de prueba, y al miedo consiguiente de sus responsables a que su estreno en unas semanas coincidiese en la taquilla USA con el de títulos de más resonancia como "Prometheus", "Brave" y "Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros". Paramount se verá obligada a rodar escenas añadidas con Channing Tatum, cuya presencia en el grueso del metraje han echado en falta los espectadores, y a replantear la publicidad del film de aquí a su nueva fecha de estreno, marzo de 2013. Los analistas consideran muy difícil ahora la viabilidad económica de "G.I. Joe: La Venganza" dada la multiplicación exponencial de su presupuesto a que obligan estos cambios.