Si hace unos días informábamos acerca del bio-pic de Edgar Allan Poe que Sylvester Stallone rodará para Nu Image/Millennium Films, ahora hemos de hacernos eco del peaje que Sly habrá de pagar por llevar a cabo su proyecto soñado.
Se trata de Rambo IV. La productora citada se ha hecho con los derechos de la saga, que estaban en manos de Miramax/Dimension Films, y ha anunciado para enero de 2006 el rodaje de su cuarta entrega, que tendrá lugar en EE.UU., la India y Bulgaria -donde tienen su sede los estudios de Nu Image/Millenium Films-.
El guión de Rambo IV estaría firmado por el propio Stallone, seguiría la línea de películas sobre supervivencia pura y dura como Perros de Paja (Sam Peckinpah, 1972) o Deliverance (John Boorman, 1971), y contaría el ataque de un grupo de supremacistas blancos contra Rambo... ¡y su familia! El productor Avi Lerner ha convencido a Stallone para que comparta el protagonismo de la cinta "con un actor más joven".
John Rambo nace y muere como personaje literario en las páginas de Primera Sangre (1972), debut como novelista del canadiense David Morrell: Wilfred Teasle, jefe de policía de Madison, Kentucky, se empeña en detener a un joven desharrapado al que sorprende haciendo auto-stop cerca de la localidad. Pero ese joven resulta ser un Boina Verde que durante la guerra de Vietnam había sido capturado y sometido a torturas por los charlies, y que al regresar a su país no está dispuesto a tolerar más abusos.
Rambo mata a trece perseguidores. Las autoridades recurren a Sam Trautman, el militar que adiestró al fugitivo, para que colabore en su captura. Trautman describe a Rambo: Es un experto en guerrillas. Sabe cómo vivir aprovechando los recursos naturales; no le preocupan ni la comida ni los suministros. Ha aprendido a tener paciencia, puede esconderse en cualquier lugar y esperar allí durante un año. Trabaja por su cuenta, no tiene que obedecer órdenes ni sincronizarse con otras unidades. Se mueve con rapidez, dispara, escapa... Como le enseñaron mis hombres.
Trautman ayuda a estrechar el cerco sobre Rambo, y el joven rompe la baraja entrando en Madison y volando sus gasolineras. La ciudad arde. Teasle y Rambo se hieren mutuamente...
Primera Sangre constituía una reflexión acerca de la incomprensión hipócrita con que son tratados los militares al reincorporarse a la vida civil. Para su autor, la novela indaga además en la relación con los padres ausentes, tema que también late en La Hermandad de la Rosa (1984). La muerte de su hijo de quince años, debida a un cáncer óseo, inspiraría posteriormente a Morrell Fireflies (1988) y Recurso Extremo (1994).
Sylvester Stallone, Michael Kozoll y William Sackheim firmaron la adaptación cinematográfica de Primera Sangre, Acorralado (1982), que sigue el esquema narrativo del libro pero concede a Rambo una aureola más heroica y la supervivencia al final de la función. Fue una suerte para Stallone que el público no aceptara en las previews el suicidio de su personaje, porque el filme, dirigido por Ted Kotcheff (El Aprendizaje de Duddy Kravitz), recaudó en todo el mundo 125 millones de dólares, y sobre todo porque caló socialmente en un país que acababa de otorgar la presidencia a Ronald Reagan. Ese señor que explicaba jocosamente su mandato (1980-1988) diciendo que "a veces nuestra mano derecha no sabe lo que está haciendo nuestra mano de extrema derecha".
Las pantallas norteamericanas reflejaron y amplificaron la fiebre patriótica que invadió EE.UU. en aquellos años, y que en lo relativo a Vietnam supuso una revancha cinematográfica en toda regla. El mismo Ted Kotcheff trató un año después en Más Allá del Valor (1983) el tema de los desaparecidos en combate durante el conflicto en el sureste asiático, y Chuck Norris explotó ese filón con la saga Desaparecido en Combate (1984, 1985 y 1988). Mientras, Top Gun (1986) prometía a los jóvenes excitantes aventuras combatiendo "en algún lugar de Oriente Próximo", y Amanecer Rojo (1984) e Invasión U.S.A. (1985) deliraban a propósito de invasiones de Norteamerica a cargo de soviéticos, cubanos y nicaragüenses.
Pero la película que tuvo el dudoso honor de convertirse en icono de la época fue Rambo: Acorralado 2ª parte (George Pan Cosmatos, 1985). Stallone, con la ayuda del co-guionista James Cameron (que renegaría posteriormente de su intervención en el filme), sacaba al personaje principal de la cárcel y lo enviaba a Vietnam, nuevamente bajo las órdenes del coronel Trautman, a liberar desaparecidos en combate. Rambo preguntaba a Trautman, "¿Ganaremos esta vez?". Era una cuestión retórica: Rambo se encargaba de contestarla liquidando sádicamente a decenas de enemigos. El filme consagró al personaje, sus poses y sus frases, como ídolo popular, y aupó a Stallone a la estratosfera. Hay que recordar que en la misma temporada Rocky vapuleaba al símbolo pugilístico de la Rusia soviética en Rocky IV (1985). Ambos filmes recaudaron en total más de 600 millones de dólares.
Inevitablemente, en 1988 se estrenaba Rambo III. Nuestro héroe viajaba hasta Afganistán para rescatar a su mentor, el coronel Trautman, y ayudar de paso a la resistencia nativa contra los invasores soviéticos. Algún sociólogo se ha tomado la molestia de contar los muertos que riegan el filme: 106. Un récord que pasó al Libro Guinness. También la producción de Rambo III dio que hablar, ya que su presupuesto de 63 millones de dólares era el más alto jamás dedicado a una película, y porque Stallone impuso el cambio de realizador en mitad de rodaje debido a "diferencias creativas": Russell Mulcahy (Los Inmortales) fue sustituido por el director de fotografía y de segunda unidad Peter McDonald. La película tuvo éxito, por supuesto, pero el ambiente ya no era el mismo. La estrella de Sly empezaba a apagarse imperceptiblemente.