Así, las escenas habituales del género con ciudades arrasadas, ofensivas militares e inesperados ataques de las fuerzas invasoras están presentes pero surgen a modo de complemento de los personajes y su historia y no con los segundo como mera excusa para lo primero. Para hacer posible lo anterior esta versión “La Guerra de los Mundos” cuenta para dar vida a ese reducido grupo de personajes en esta historia de multitudes con el oficio de interpretes como el citado Cruise, la pequeña Dakota Fanning o un breve pero intenso Tim Robbins, quien tiene la oportunidad de lucirse en el papel del enloquecido Ogilvy en la parte de la historia que recuerda a la reciente “Señales”- otra historia de invasiones alienígenas poco habitual- y que permite al director sacar gran partido al suspense.
El único fallo destacable en este apartado se produce en lo referido al hijo mayor de Ray, interpretado por Justin Chatwin, y cuya conflictiva relación con su padre peca de caer en los tópicos mas manidos e irritantes, yendo en ocasiones contra la propia lógica del relato.
Por otro lado, y marcando las distancias frentes a las anteriores incursiones del director acerca de la vida en otros planetas, destaca el escalofriante tratamiento que el film da al devenir de los acontecimientos tanto por el terror que los invasores provocan por si mismos como por la violencia que surge entre las asustadas personas que buscan sobrevivir a cualquier precio , todo ello visualizado por Spielberg con una cámara inquieta similar en ritmo y estética a la de su “Salvar al soldado Ryan” siempre a través de los protagonistas, lo cual nos da una sensación de miedo y angustia sino mas creíble desde luego mucho mas cercana.
Un gran espectáculo cinematográfico servido en bandeja por uno de los mas destacados maestros en esa área que demuestra que el entretenimiento no está reñido con la inteligencia ni el despliegue de efectos especiales con el argumento o los personajes.