En principio iba a ser Antoine Fuqua (Training Day) el director de The Untouchables: Capone Rising, secuela de Los Intocables que desarrollaría su acción años antes de los acontecimientos narrados por Brian De Palma en 1987 con Kevin Costner como Eliot Ness, Robert DeNiro como el mafioso Al Capone y Sean Connery como el policía de origen irlandés Johnny Malone.
Sin embargo, el productor de aquella, Art Linson, ha logrado convencer a De Palma para que firme también esta precuela, que contará a través del guión de Brian Koppelman y David Levien (Rounders) cómo adquirió Al Capone su status criminal, así como sus primeros enfrentamientos con Malone. A fecha de hoy no existen pistas sobre el reparto de The Untouchables: Capone Rising.
Algo de Historia
Recordemos que el guión de David Mamet (Spartan, American Buffalo) para Los Intocables dramatizaba las memorias escritas en 1957 por el agente federal Eliot Ness con la ayuda del periodista Oscar Fraley. En ellas, Ness describía la lucha que mantuvo entre 1929 y 1931 por liberar Chicago de las garras de Al Capone, uno de los criminales más poderosos y crueles de la historia de Estados Unidos, al que dio alas la Prohibición. El agente creó con tal fin un grupo de nueve hombres que reunieran las siguientes características: Han de ser solteros, no mayores de treinta años, con la suficiente energía física y mental para soportar largas horas de trabajo y el coraje y la habilidad para usar puños, armas y herramientas especiales de investigación. Necesitaba un especialista en teléfonos, que pudiera pinchar una línea con rapidez y precisión. Necesitaba excelentes conductores que siguieran la pista de coches y camiones... y rostros frescos, procedentes de otras divisiones, que no fueran conocidos por la mafia local. Los elegidos pasarían a ser conocidos como los intocables.
Era un material irresistible para la pantalla, y entre 1959 y 1963 el libro de Ness ya dio lugar a una serie de 118 episodios protagonizada por Robert Stack y realizada por, entre otros, Tay Garnett, Stuart Rosenberg, Ida Lupino, László Benedek o Paul Wendkos.
"Los estudios se vuelven locos por películas así"
En cuanto a Mamet, cuyas obras y películas giran en torno a las relaciones de poder, aprovechó las memorias de Ness para desarrollar una vez más su modelo de ficción, el de personajes opuestos que sólo saben entenderse mediante la agresión verbal o, en el caso de Los Intocables, física.
El productor Art Linson y el cineasta escogido para el proyecto, Brian De Palma (Carrie, Impacto) tenían sus propias ideas acerca del trabajo de Mamet, sobre todo en lo referido a la amistad entre Ness y Malone y a la muerte de este último. Algunas de ellas no convencieron al dramaturgo, que fue tajante: En aquellos aspectos secundarios en que definitivamente discrepaba de director y productor, dije: "Muy bien, cagadla vosotros mismos. No contéis conmigo". Mamet se hallaba muy ocupado rondando su primera película como director, Casa de Juegos.
De Palma, que tachó al escritor de arrogante, se cree que todo lo que hace es genial, le tomó la palabra y afrontó los cambios que consideró convenientes. El más importante respondió a limitaciones económicas: el clímax del filme imaginado por Mamet implicaba una persecución entre un coche y un tren, pero se consideró demasiado costoso. A De Palma se le ocurrió sustituirlo por un tiroteo en la escalinata de la Union Station, una escena para la que usó como inspiración visual otra de El Acorazado Potemkin (Sergei Eisenstein, 1925), y que devino a su vez una secuencia de acción modélica –parodiada por cierto en Agárralo como Puedas 33 1/3, El Insulto Final (Peter Segal, 1994)-.
Toda la película, en realidad, es una muestra del virtuosismo, el sentido de la planificación, la espectacularidad y la ultraviolencia que han marcado la carrera de Brian De Palma. Art Linson estuvo a la altura de la ambición del director exprimiendo los 25 millones de dólares presupuestados: inolvidable música de Ennio Morricone, fotografía de Stephen H. Burum (Mission: Impossible), montaje de Jerry Greenberg (Apocalypse Now) y Bill Pankow (El Funeral), y vestuario de Marilyn Vance y el modisto Giorgio Armani. En el reparto, aparte los citados Costner, Connery y DeNiro, figuraban Andy García, Richard Bradford, Jack Kehoe y Billy Drago.
El resultado, tachado sólo por algunos de banal y fascistoide, se convirtió en la cuarta película más taquillera de 1987 a nivel mundial, y proporcionó a Sean Connery el Oscar y el Globo de Oro al mejor actor secundario, y a Morricone el Grammy en el apartado de mejor banda sonora original cinematográfica o televisiva. A De Palma no le sorprendió esta recepción: Los estudios se vuelven locos por películas así. Las proyecciones de prueba van como la seda. A los críticos les encantan. Y, a finales de año, te están esperando los Oscar. Eres el genio de la semana.
Sobre Brian De Palma
La relación del realizador con Al Capone y el cine negro va más allá de Los Intocables. En 1983 realizó El Precio del Poder, recreación a lo Miami del filme que sobre Al Cara Cortada Capone había rodado Howard Hawks en 1932 (Scarface, El Terror del Hampa). En Atrapado por su Pasado (1993) describía el fallido proceso de reinserción de un ex-convicto interpretado por Al Pacino. Femme Fatale era una revisión experimental del concepto arquetípico del género, la mujer fatal. Y acaba de terminar el rodaje de La Dalia Negra, adaptación de una novela de James Ellroy ubicada en la ciudad de Los Ángeles durante los 40, sobre la que ya hemos informado en esta página.
Esperemos, en cualquier caso, que con La Dalia Negra y The Untouchables: Capone Rising, De Palma vuelva a ser "el genio de la semana". Es uno de los pocos cineastas del Hollywood actual capaz, aunque su filmografía esté llena de altibajos, de hacer algo más interesante que pegar planos frenéticamente.