Debut en la realización del productor Santiago García de Leaniz, La noche del hermano se presenta como un oscuro drama psicológico que enfrenta a dos personalidades muy diferentes. Una pertenece a Alex, el chico malo de la historia, condenado tras haber asesinado a sus padres y al que da vida Pablo Rivero, conocido en la pequeña pantalla gracias (o no) a la serie Cuéntame y que aquí cambia radicalmente de registro. El otro vértice lo protagoniza su hermano Jaime (Jan Cornet), mortalmente atormentado por el brutal parricidio y que se encarga de llevar todo el peso de la narración. Desde la cárcel, Alex sigue manteniendo una malsana influencia sobre Jaime, que deberá decidir si vender o no la casa en la que se cometió el doble crimen al tiempo que se enamora del personaje de María Alvarez.
El novel García de Leaniz ha sabido rodearse de un elenco formidable para dar luz verde a este proyecto al que llevaba casi diez años dándole vueltas. En el reparto encontramos intérpretes de lujo como Luis Tosar o Iciar Bollaín –no es casualidad, ya que el cineasta ha sido productor de casi la totalidad de las películas de Bollaín como es el caso de Te doy mis ojos o Flores de otro mundo, ambas protagonizadas por el gran Tosar- amén de contar con la maestría de Joan Dalmau en un papel con mucho jugo.
Tras un arranque que no deja indiferente al espectador más curtido, el relato nos sumerge en un complejo tira y afloja entre los dos hermanos que va gestándose paso a paso, sin titubeos, hasta llegar al punto más álgido de la función. La acción discurre a ritmo pausado en escenarios asfixiantes que proporcionan un empuje importante al estilo narrativo que el director ha sabido imprimirle sin que le tiemble el pulso.
Resulta dificultoso, en un principio, acostumbrarse a la interpretación contenida de inamovible rostro de Jan Cornet, algo que acaba superando y con buena nota. En cuanto a Pablo Rivero, echamos de menos un papel de más recorrido en el metraje, puesto que una sola mirada suya basta para paralizar al espectador en la butaca, cosa harto difícil dada la cara de bueno que hasta ahora se había dedicado a mostrar.
Con todo, La noche del hermano figura entre uno de los debuts más interesantes del panorama patrio. Aunque el guión deje entrever alguna que otra fisura, el resultado bien merece una oportunidad dentro de una cartelera plagada de acción veraniega. Esperemos que, a falta de publicidad, el boca-oreja llegue a funcionar, y es que es bien sabido que el box office quema estrenos a velocidades de vértigo.