El joven Spike Jonze –director de varias de las obras maestras, que las hay de sobra, en el mundo de los video-clips de los 80 y 90, además de esposo de la también cineasta Sophia Coppola, hija del maestro barbudo- ha dirigido una película que desborda una imaginación absolutamente inusual y desbordante en el cine comercial moderno.
Y lo es debido al guión, auténtica gema del último audiovisual. Escrito por Charlie Kaufman –autor de lo mismo en la anterior película de Jonze “Como ser Jhon Malcovich”- “Adaptation” es la historia del propio Kaufman guionista de Hollywood, con sus neuras de cuarentón fracasado, intentando adaptar por encargo una novela de éxito para hacer un película; y aquí comienza el perfecto juego de naipes con el metalenguaje: se unen la historia de la propia novela, el suceso real que la inspiró y el proceso de “adaptación” hasta llegar al guión definitivo -un perfecto ripio que continúa hasta en los créditos-.
Una propuesta insólita, ya que es el protagonista de la película –en un brillante auto homenaje de guionista- quién se pregunta sobre la propia estructura de lo que estamos viendo; ¿le faltará fuerza?; ¿el personaje principal -él propio Kaufman que escribe lo que pasa ante la pantalla- tiene suficientes motivaciones para que el espectador no se agobie con la –“su”- historia?; un espectáculo tan novedoso como bien llevado -mucho más allá de la fácil paja mental- que no deja tibio.
A pesar de un pequeño bache en la parte media del metraje que el propio guionista cuestiona en pantalla -justo antes de la “rompedora” y gloriosa parte final- “Adaptation” se presenta como un potente experimento a la altura de todos –gracias, señor-, un viaje a una bella y exótica isla en el pácifico cinematográfico actual por menos de 6 euros.