Era 1968 y el cine fantástico vivía un momento cumbre. Películas como “'2001: Una odisea en el espacio'”, “'La Semilla del Diablo'” y “'El Planeta de los Simios'” triunfaban en taquilla y sentaban precedentes. Pero sin que nadie lo advirtiese un pequeño film de ínfimo presupuesto acerca de la entonces poco usada figura del muerto viviente saltó a la palestra adquiriendo rápidamente la consideración de fenómeno de culto. Ahora, 37 años después, George A. Romero vuelve al subgénero que él mismo creo para demostrar que sus muertos siguen mas vivos que nunca.
Después vino el amanecer...
Pese al gran éxito de “La Noche...” no sería hasta una década después cuando Romero puso manos a la obra con la secuela, y cuando finalmente lo hizo fue con la ayuda del realizador italiano Dario Argento (“Rojo Oscuro” , “Suspiria”) en calidad de productor. Ya a color y con mayores medios y presupuesto Romero volvió a recurrir a un casting de semidesconocidos, contando sin embargo con un equipo técnico profesional en el que destacaba el nombre de Tom Savini, mago del trucaje cinematográfico encargado del pútrido aspecto de los zombis y de las muy gráficas secuencias gore del film.
El rodaje de “Zombi” (“Dawn of the Dead” en el original) tuvo lugar en 1978 y en esta ocasión se nos cuenta como la plaga ha crecido alcanzando ahora a las grandes ciudades donde la policía lucha a brazo partido con los cadáveres andantes que surgen por doquier. Frente a este panorama un par de agentes junto a un piloto de helicóptero y su mujer deciden huir llegando a un centro comercial donde deciden hacerse fuertes frente a los cada vez mas numerosos zombis.
De nuevo se presenta a un pequeño grupo asediado en un edificio por hordas de cadáveres y de nuevo se dan arriesgadas situaciones para contener a los invasores pero, pese a las escenas de acción, lo importante son las relaciones que tienen lugar entre los personajes en el microclima del centro comercial. El comportamiento de estos y, sobre todo, el de los muertos que se agolpan a las puertas –seres sin voluntad que repiten sin pensar la rutina que llevaban estando vivos- da pie a una ácida parábola bastante simple pero muy efectiva acerca de la sociedad del consumo desaforado. Mientras, el violento clímax final entre los protagonistas, los muertos y un salvaje grupo de moteros, presenta una idea poco optimista acerca del entendimiento entre los seres humanos.
Sin embargo el final, con dos de los protagonistas –uno de ellos una mujer embarazada, una dadora de vida en un mundo de muerte- huyendo por aire aún deja un margen a la esperanza.
“Zombi” se estreno con gran éxito en sus dos versiones –en Europa Argento retocó ligeramente el montaje y cambió la banda sonora- propiciando un alud de plagios e imitaciones, llegando a rodarse incluso dos falsas secuelas a cargo del sin igual Lucio Fulci, y su influencia es rastreable hasta la actualidad (incluyendo su remake) y mas allá del cine, como demuestran videojuegos y cómics como “Resident Evil” o “The Walking Dead” respectivamente.