Con la proyección por sorpresa de ¡Viva Zapatero! , un documental satírico de Sabina Guzzanti que denuncia el fascismo posmoderno en el que según la realizadora está sumiendo Silvio Berlusconi a Italia, y en el que se lamenta la ausencia en la política de ese país de alguien como nuestro José Luis Rodríguez Zapatero, se cerraba la 62 Mostra de Venecia.
El festival no ha ofrecido este año una programación deslumbrante, pero a juicio de la prensa especializada al menos el jurado ha acertado en la elección de lo mejor. De modo que el palmarés refleja lo más recordable de la edición.
Sin duda, el gran triunfador ha sido Ang Lee y su película Brokeback Mountain, ganadora del León de Oro. Lee ha demostrado a su largo de su filmografía, que incluye títulos como Sentido y Sensibilidad, La Tormenta de Hielo, Tigre y Dragón o Hulk, versatilidad y capacidad para aunar espectáculo y cine. Al parecer Brokeback Mountain no es una excepción. Como en toda su obra, los protagonistas –interpretados por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal- luchan para adecuar sus inclinaciones íntimas al medio social. Considerando que ambos actores dan vida a rudos vaqueros que sufren una silenciosa pasión gay, nos atrevemos a pronosticar que el premio en Venecia es tan solo el principio para una película de la que se hablará largo y tendido durante los próximos meses.
El Premio Especial del Jurado ha ido a parar a Abel Ferrara, que continúa desarrollando una filmografía subterránea y alucinada al margen de todo. Baste recordar las convulsas Teniente Corrupto o El Funeral para imaginar lo que puede ser Mary, definida por el crítico Enric González como una divagación laberíntica y perpleja en torno a la figura de María Magdalena.
Good Night, and Good Luck, segundo film como realizador de George Clooney, se alza con los premios al mejor guión y al mejor actor, David Strathairn, que interpreta a un periodista que en 1953 puso contra las cuerdas al senador Joseph McCarthy ante millones de televidentes.
El jurado ha considerado como mejor director al francés Philippe Garrel por Les amants reguliers, retrato autobiográfico sobre el Mayo del 68 que también se llevó el premio a la contribución individual más relevante; y como mejor actriz a la italiana Giovanna Mezzogiorno por su tragicómica interpretación en La bestia nel cuore. Isabelle Huppert recibió un León especial en el mismo apartado por la coproducción franco-italiana Gabrielle.
Por último, Stefania Sandrelli y Hayao Miyazaki recibieron Leones de Oro al conjunto respectivo de sus obras como actriz y director de animación, y Menothy Cesar el galardón Marcello Mastroianni al mejor intérprete debutante por Heading South (Francia/Canadá).