Roma ha sido la privilegiada protagonista de algunos films inmortales. Roberto Rossellini la proclamó símbolo de resistencia y modernidad cinematográfica en Roma, ciudad abierta (1945). William Wyler ofreció un viaje organizado a la urbe en Vacaciones en Roma (1953). Y Federico Fellini la retrató de manera hipnótica y subjetiva en Roma (1972).
En 2003 fue el veterano realizador Ettore Scola quien, con 72 años y clásicos en su haber como Una jornada particular (1977), La noche de Varennes (1982), La familia (1986) o Splendor (1988), se propuso homenajear a la capital italiana. Con un guión escrito en colaboración con sus hijas Silvia y Paola, y una realización que combina los 35 mm y el vídeo digital, Scola salió a pasear por la ciudad.
El resultado puede no igualar artísticamente lo conseguido por Fellini o Rossellini, pero transmite a la perfección lo que es Roma a principios del siglo XXI. Los efectos de la inmigración, la política, el inevitable fútbol, el carácter enloquecido y perezoso de los habitantes de la ciudad, van pasando ante los ojos del espectador gracias a escenas inconexas en transportes públicos y manifestaciones, con jóvenes y mayores, de multitudes y solitarios, recogidas en un todo costumbrista y humorístico.
Sin embargo, bajo su apariencia impresionista Gente de Roma no puede ocultar además un poso crepuscular. Podría pensarse que el realizador busca explicarse a sí mismo una ciudad que ha marcado su existencia, que ha sobrepasado su época, y que seguirá su camino sobre él y todos nosotros. La película nos hace reflexionar sobre la fugacidad y las despedidas latentes en el día a día, y de las que muchas veces solo somos conscientes gracias precisamente al cine. Lo que en este momento vemos como actualidad será el pasado dentro de pocos años, y Scola es consciente de ello mientras, aún vivo, intenta detener el tiempo con su cámara.
Este recorrido a la vez objetivo e íntimo requiere la complicidad del público, un estado de ánimo receptivo al slice of life colectivo que se nos ofrece. Quien viaje para respirar otros ambientes y descubrir que la vida es igual en todas partes y se nos escapa entre los dedos, disfrutará con Gente de Roma.