Edward Norton (El Club de la Lucha) y Naomi Watts (The Ring) ruedan desde el pasado 15 de agosto en diversas localizaciones chinas El Velo Pintado, tercera versión cinematográfica de la novela homónima escrita por William Somerset Maugham.
La obra de Maugham, ambientada en el momento en que fue escrita (1925), desarrolla el drama de una pareja corroída por la infidelidad de una mujer y los intentos de su marido, médico, porque ella purgue su desliz combatiendo junto a él una epidemia de cólera que asola China. La historia ya fue llevada al cine en 1934 con Herbert Marshall y Greta Garbo a las órdenes de Richard Boleslawski, y en 1957 con George Sanders y Eleanor Parker bajo la dirección de Ronald Neame.
En esta ocasión, Ron Nyswaner (Philadelphia, Mrs. Soffel) firma el guión y John Curran la realización. Curran ha dirigido hasta la fecha los largometrajes Praise (1998), un relato pasional rodado en Australia que ganó el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Toronto, y Ya no somos dos (We don’t live here anymore, 2004), estudio sobre relaciones adúlteras a cuatro bandas que también protagonizó Naomi Watts junto a Mark Ruffalo, Laura Dern y Peter Krause.
Desde entonces Watts solo ha rodado Stay, thriller de Marc Forster del que nos hacíamos eco hace unos días, y King Kong, la esperadísima superproducción de Peter Jackson que llega a todo el mundo a finales de año. Norton, por su parte, a quien desde La Última Hora (2002) y The Italian Job (2003) solo habíamos podido ver –o mejor dicho, escuchar- en El Reino de los Cielos, asaltará las carteleras próximamente con tres nuevos films: Down in the valley, western contemporáneo y romántico de David Jacobson en el que compartirá cartel con Evan Rachel Wood, Bruce Dern, David Morse y Rory Culkin; The Illusionist, largometraje actualmente en post-producción escrito y dirigido por Neil Burger, en el que Norton encarna a un mago que abusa de sus poderes para conseguir los favores de una princesa austriaca interpretada por Jessica Biel; y Huérfanos de Brooklyn, su segunda experiencia como guionista y director, amén de protagonista, tras Más que amigos (Keeping the faith, 2000). Huerfanos de Brooklyn adapta una novela de Jonathan Lethem (editada en castellano por Mondadori) centrada en un detective huérfano y aquejado del síndrome de Tourette que intenta averiguar quién asesinó a su jefe.
En cualquier caso, El Velo Pintado supone para Norton y Watts la oportunidad única de trabajar en una adaptación de W. Somerset Maugham (1874-1965), autor muy apreciado en vida y de quien el séptimo arte se aprovechó a menudo gracias al carácter cosmopolita y adulto de sus ficciones. Su prestigio decayó durante unos años, y ahora parece resurgir tanto en lo literario como en lo cinematográfico. En España se están reeditando o publicando por primera vez narraciones y ensayos de Maugham como Cuadernos de un escritor (editorial Península, 2001), Servidumbre humana (Debate, 2001), En un biombo chino (Península, 2003), Diez grandes novelas y sus autores (Tusquets, 2004), El caballero del salón (Ediciones del viento, 2004) o Julia (Ediciones B, 2004).
Este último libro constituía precisamente la base literaria de Conociendo a Julia (Being Julia, 2003), película que proporcionó a Annette Bening su última nominación al Oscar. Y no ha pasado mucho tiempo desde que el cineasta Philip Haas rompiera la veda de Maugham en lo que a cine se refiere con El misterio de la villa (Up at the villa, 2000), elegante intriga que nos ofrecía a un Sean Penn vestido de etiqueta y acompañando a Kristin Scott Thomas, James Fox y Anne Bancroft por diversos escenarios de la Toscana.