¿Quién no ha soñado alguna vez con una manera infalible de hacer saltar la banca? Dos futuros proyectos cinematográficos nos ayudarán a encontrar la inspiración.
El primero, norteamericano, está basado en el libro de Ben Mezrich Bringing Down the House: The Inside Store of Six M.I.T. Students Who Took Vegas for Millions. Su título hace referencia a seis estudiantes del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts que junto a uno de sus profesores ganaron a mediados de los 90 del pasado siglo cuatro millones de dólares en los casinos de Las Vegas jugando en equipo al blackjack. Este juego va agotando las cartas según se suceden las manos, de manera que alguien con buena memoria podría deducir qué cartas quedan en las últimas fases del juego. Varios card counters (contadores de cartas) alrededor de una mesa de juego se convertían en la memoria de un jugador invariablemente afortunado.
La versión cinematográfica se titulará 21 y su producción correrá a cargo de Metro Goldwyn Mayer, propietaria curiosamente de participaciones en numerosos casinos de Las Vegas. El director previsto en principio, Brett Ratner (Hora Punta), abandonó el proyecto a favor de X Men 3, y ha sido sustituido por Shawn Levy (La Pantera Rosa). En cuanto al reparto, solo se sabe que en 2003 Kevin Spacey había comprado los derechos de la historia para su compañía Trigger Street y estuvo interesado en interpretar el papel del profesor cómplice de los disolutos estudiantes del M.I.T.
Y también ha habido deserción en lo que respecta a La Fabulosa Historia de los Pelayos, adaptación del libro escrito por Iván y Gonzalo García-Pelayo y publicado por Plaza y Janés en 2003. Fernando León de Aranoa (Princesas) se había mostrado dispuesto a retratar en la pantalla el ingenio de una familia que en tres años sacó 250 millones de pesetas aprovechando las imperfecciones físicas de las ruletas europeas, hasta que fueron descubiertos. Los casinos se apresuraron a eliminar los factores –abombamientos o tamaños de los casilleros, por ejemplo- que generaban un sesgo en los lanzamientos de la bola hacia determinados números que un observador paciente podía anotar.
Pero en el último momento, fiel a su intención de no rodar más que guiones originales, al parecer León de Aranoa ha cedido su lugar a Eduard Cortés, director de La Vida de Nadie y la recién estrenada Otros Días Vendrán.