Vicente Aranda siempre ha estado interesado en mostrar la capacidad del deseo sexual para subvertir los valores establecidos en cualquier momento histórico. En los últimos años se ha permitido incluso el lujo de rodar superproducciones que después ha llevado al mismo terreno, desentendiéndose de las expectativas que pudiera tener el público al respecto de figuras reales o de ficción como Juana la Loca (2001) o Carmen (2003).
Ahora es Tirante el Blanco, su versión de la novela caballeresca escrita por Joanot Martorell en 1490 que se estrena el próximo 2 de diciembre, la que correrá la misma suerte. Aranda ya lo ha avisado: “Adaptar el libro entero daría para más de diez horas de película, que detallarían las numerosas aventuras de un caballero fuerte y valeroso a quien el emperador de Bizancio encargaba romper el asedio turco sobre Constantinopla. Yo me he limitado a contar las intrigas cortesanas en la ciudad, a cargo de las damas que intentan que sea Tirante y no el sultán quien despose con la princesa Carmesina”. ¿Y la épica? “No estoy por esa moda tan aburrida del cruce de metales, amputaciones y mazazos, sino por el vodévil artúrico” .
Lo importante para él, claro, son las pasiones. El cartel de la película muestra una mano cubierta por una armadura que tapa el pubis de una mujer desnuda. Lo que no implica que Tirante el Blanco vaya a renunciar a la brillantez formal. De hecho, se trata de una co-producción entre España, Italia y el Reino Unido presupuestada en 14 millones de euros, que ha prestado especial atención al vestuario (diseñado por Yvonne Blake) y a las localizaciones (Estambul, Almería y Madrid).
En cuanto al reparto, el actor inglés Caspar Zofer (Too Much Romance) encarna a Tirante. Esther Nubiola (Krampack), a la jovencísima Carmesina. Sus damas de compañía, Estefanía y Placerdemivida, están respectivamente interpretadas por Ingrid Rubio y Leonor Watling, mientras que Victoria Abril –que vuelve a colaborar con Aranda tras un paréntesis de siete años- se ocupa de La Viuda Reposada, nodriza de Carmesina. Además, Jane Asher (Alfie) y Gian Carlo Giannini (Hannibal) como emperatriz y emperador de Constantinopla, y el debut cinematográfico del bailarín Rafael Amargo en el papel del sultán Mohamed III.
Todos ellos al servicio de las obsesiones de Aranda, que confiesa haber deseado llevar Tirante al cine desde hace cuarenta años y que asegura: “En cualquier caso, seré fiel al espíritu realista y humorístico de Martorell que ya le valieron al autor los piropos de Cervantes”. Algo que ponen en duda quienes han criticado la elección del título en castellano en lugar del valenciano Tirant lo Blanc. Al parecer ignoran que la película ha sido rodada… ¡en inglés! Toma excepción cultural.