¿Cuál es “la escena de la ducha”? Efectivamente, el asesinato de Marion Crane (Janet Leigh) a manos de Norman Bates (Anthony Perkins) en Psicosis (1960). Posiblemente el momento cumbre en la historia del cine de terror, famoso por su planificación y su música, que ahora podemos dirigir visitando una página dedicada a Saul Bass.
Allí se han puesto a nuestra disposición 31 planos diferentes para que los combinemos a nuestro antojo, pero respetando siempre los cuarenta y cinco segundos que duraba la secuencia –rodada durante una semana-. Con esta herramienta en línea, apodada Psycho Studio, se pretende que los internautas descubran el poder de la combinación de las imágenes y su ritmo.
¿Y por qué el Psycho Studio se ha alojado en una página dedicada a Saul Bass? Bueno, muchos cinéfilos aún reivindican el papel de Bass (un excelente diseñador de storyboards, carteles y títulos de crédito) en la muerte de Marion Crane. El mismo Bass sostuvo en vida que la escena en cuestión se debía desde su concepción hasta su rodaje a él. Los estudiosos lo niegan, y también Alfred Hitchcock. En el mítico libro de entrevistas escrito por François Truffaut, comenta: Saul Bass debía hacer los créditos y, como el film le interesaba, le dejé dibujar una escena, la del detective Arbogast subiendo la escalera antes de ser apuñalado. Durante la filmación estuve enfermo dos días, y dije al operador y a mi ayudante que rodaran la secuencia utilizando los dibujos de Bass. Sin embargo, cuando vi la proyección me di cuenta de que aquello no servía, no pude utilizarlo.
Hablando de autorías, es obligatorio recordar también al músico Bernard Herrmann. En principio Hitchcock no quería música para la escena del asesinato, pues buscaba repetir el gran efecto que la ausencia de la misma había causado en la persecución de Con la Muerte en los Talones. Herrmann no le hizo caso e incluyó el tema con crispantes violines que encantó al director británico y hoy todos conocemos…
De la repercusión de la escena de la ducha da cuenta la siguiente anécdota: Recién estrenada Psicosis, Hitchcock recibió una carta de un padre enfurecido porque su hija había empezado rechazando el baño debido a Las Diabólicas –la versión dirigida en 1954 por Henri Georges Clouzot, que incluía un ahogamiento interminable en una bañera- y ahora se negaba a ducharse por culpa de Norman Bates. ¿Qué hacer con ella? Hitchcock dio con una respuesta: Envíela a la lavandería.