Después de superar los envites del mismísimo King Kong, seguro que Adrien Brody no tendrá problemas para afrontar los de un puñado de reses bravas. O al menos eso creen los productores Andrés Vicente Gómez y Tarak Ben Ammar, que según la revista Variety han confiado al oscarizado intérprete de El Pianista el protagonismo de una película sobre el malogrado torero Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete (1917-1947).
El guión ha sido escrito por el cineasta holandés Menno Meyjes (1954), que también lo dirigirá, y se centrará en los amores que mantuvo el diestro con la actriz y cantante mejicana Lupe Sino, encarnada por Penélope Cruz. El rodaje comenzará el 21 de marzo de 2006, aunque Brody viajará a nuestro país dos meses antes para aprender los secretos de la lidia.
Menno Meyjes, por su parte, está familiarizado con la cinematografía española, ya que en 1991 compartió con Fernando Trueba y Manolo Matji el Goya al mejor guión adaptado por El Sueño del Mono Loco (1990). Pero ha trabajado más en EE.UU. Consiguió una nominación al Oscar como guionista de El Color Púrpura (1985), primera de sus colaboraciones con Steven Spielberg, a la que seguirían El Imperio del Sol (1987, sin acreditar) e Indiana Jones y el Templo Maldito (1989). Ha intervenido además en los guiones de Estado de Sitio (Edward Zwick, 1998), Ricochet (Russell Mulcahy, 1991) y Lionheart (Franklin J. Schaffner, 1987).
Desde hace unos años Meyjes compagina la escritura con la realización. Debutó tras la cámara con Max (2002), ficción histórica en torno a la amistad de un marchante (John Cusack) y un fracasado estudiante de arte llamado… Adolf Hitler (Noah Taylor). Tiene pendiente de estreno The Martian Child, de nuevo con Cusack, esta vez en el papel de un novelista que acaba de perder a su prometida y adopta a un niño que cree proceder de Marte. Y prevé rodar en 2007 Capa, narración del romance que mantuvieron durante la Guerra Civil española los fotógrafos Robert Capa y Gerda Taro.
Meyjes no tendrá que esforzarse mucho por dramatizar la pasión de Manolete y Lupe Sino. Manuel Rodríguez fue el torero más famoso de la época gracias a su estilo renovador, ajeno a los quites de capa y centrado en una faena de muleta perfilada y retrasada. A ella, de nombre real Antoñita Bronchalo Lopesino, le habían dado más celebridad su belleza y el mariposeo alrededor de los diestros que una discreta carrera como actriz en títulos hoy olvidados como El Marqués de Salamanca (Edgar Neville, 1948). Los presentó a principios de la década de 1940 la folclórica Pastora Imperio en el Bar Chicote –“duro y seco como el palo de una escoba”, le pareció Manolete a Lupe-, y pronto se convirtieron en amantes.
Su relación estuvo lastrada por la desconfianza de la madre de él, que consideraba a la chica una fresca y “una roja” –había estado casada con el combatiente republicano Antonio Rodríguez-, y por la rivalidad que por ella enfrentó a Manolete y Luis Miguel Dominguín. En todo caso, él anunció en la primavera de 1947 que se retiraba del toreo por Lupe: “he ganado más dinero que cinco generaciones de mis antepasados juntas, pero no he podido disfrutarlo. Quiero dejarlo cuando todavía estoy entero”. Pero su novia vaticinaba: “No te dejarán retirarte hasta que te vean muerto, lo he soñado…”
El 28 de agosto de 1947, en la plaza de toros de Linares (Jaén), compartiendo cartel precisamente con Dominguín y con Gitanillo de Triana, Manolete entra a matar al toro Islero, un miura negro, bragado y entrepelado. Ejecuta la estocada con lentitud y el astado aprovecha para empitonarle el muslo derecho, causándole graves destrozos musculares y vasculares. Manolete agoniza durante horas, sin que sus allegados permitan la entrada a su habitación del Hospital Municipal a Lupe, evitandose así un posible matrimonio in articulo mortis. La actriz hubo de aguardar en el Hotel España de Lanjarón hasta el alba del día 29, momento en que se le comunicó la muerte de Manuel.
A partir de aquí el torero entraba en la leyenda; pases de muleta y calzados adoptaban su nombre (manoletinas), y se sucedían las polémicas sobre las circunstancias de su muerte –que en los últimos años se ha achacado no a la cornada sino a un tratamiento erróneo con plasma-. De Lupe no vuelve a acordarse nadie, salvo con carácter humorístico. En internet existe una Academia Mundial de Arpías Lupe Sino, que pretende recuperar el arte de extorsionar económica y emocionalmente al hombre a cambio de un periodo inicial de fingida admiración y arrobamiento descerebrado por él. La academia ha adoptado esa denominación debido a que Lupe es una de las más insignes arpías de este siglo, una pésima actriz amante de Manolete que solo se vio derrotada en su carrera por la única enemiga de toda arpía: La Muerte.