El cómico negro Richard Pryor falleció el sábado a los 65 años de edad. En España era conocido gracias al éxito hace unos años de las películas No me chilles que no te veo (1989) y No me mientas, que te creo (1991), co-protagonizadas por Gene Wilder, y quizá también por su aparición en films anteriores como El expreso de Chicago (1976), Locos de remate (1980) y Superman III (1983). Pero estas comedias amables no eran muestras significativas del humor de Pryor, caracterizado en sus actuaciones en vivo por un tono agresivo y revindicativo que ha influenciado a showmen como Eddie Murphy, David Letterman, Chris Rock o Damon Wayans, y que no era sino el reflejo de una personalidad conflictiva y apasionada.
Pryor se llamaba en realidad Richard Franklin Lennox Thomas Pryor III. Nació el 1 de diciembre de 1940 en Illinois (Estados Unidos). Aunque a los siete años ya tocaba la batería en night clubs, no fue hasta terminar en el instituto y servir dos años en el ejército cuando decidió introducirse con todas las consecuencias en el mundo del espectáculo. Se curtió como humorista en locales de todo el país, y a mediados de los 60 había logrado figurar en espectáculos de Las Vegas y en los programas televisivos de Johnny Carson y Ed Sullivan.
Su estilo mezclaba el ingenio verbal, la observación de lo cotidiano, el comentario racial y lo malsonante, lo que le costó el despido de alguno de los hoteles de Las Vegas en los que actuó. Pryor, por su parte, no aguantaba que se cuestionará su libertad como humorista, y en 1970 abandonó un escenario abarrotado tras exclamar “¿Qué coño hago yo aquí?”.
Sus pinitos en el cine comenzaron en 1967, y a lo largo de la siguiente década intervino en películas muy conocidas en su momento, y marcadas por la reivindicación racial lúdica y musical: Lady sings the blues (1972), Car Wash (1976), Los Bingo Long, equipo de estrellas (1976). En esta época también protagoniza una serie televisiva, The Richard Pryor Show. Varios de sus sketchs son censurados por la productora NBC.
Se acumulan los problemas personales. En 1974, una condena por evasión de impuestos. En 1978, una denuncia por agredir a los amigos de una de sus mujeres. En 1980 ya se había casado y divorciado tres veces. Se hacen públicos sus problemas de alcoholemia y drogadicción al tener un accidente –considerado más tarde un intento de suicidio- mientras consumía cocaína. Sufre quemaduras graves en el 50% de su cuerpo.
Paradojas de la vida: firma en 1983 un suculento contrato con Columbia Pictures que le proporciona 40 millones de dólares por cinco años de trabajo, y a partir de ese momento su carrera se hunde por culpa de películas cada vez más anodinas, como El Gran Despilfarro (1985) o Nos Mudamos (1988). No me chilles que no te veo y No me mientas, que te creo son prácticamente su canto del cisne como estrella, ya que en 1986 le es diagnosticada una esclerosis múltiple que merma gravemente sus facultades físicas.
En su filmografía pueden destacarse además su labor como co-guionista en Sillas de Montar Calientes (1974), western paródico de Mel Brooks que Pryor no pudo protagonizar por su polémico talante, y sus interpretaciones dramáticas en Blue Collar (Paul Schrader, 1978), California Suite (Herbert Ross, 1978), Noches de Harlem (Eddie Murphy, 1989) y Jo Jo Dancer, Your Life is Calling (1986), reflexión autobiográfica que Pryor también escribió, dirigió y produjo.