José Antonio Escrivá (Este es mi barrio) vuelve a la realización tras su accidentada gestión al frente de la Mostra de Valencia. El ayuntamiento de la ciudad destituyó a Escrivá el pasado mes de marzo por una presunta falta grave relacionada con el uso de fondos del certamen para viajes de carácter particular, y con el encargo de guiones para galas de la Mostra a empresas de su propiedad.
Una polémica que no ha impedido a Escrivá demostrar su amor a Valencia con dos nuevos proyectos relacionados con figuras insignes de la región. El primero, ya en marcha, es Cartas de Sorolla, una miniserie televisiva para el canal autonómico basada en la correspondencia que el célebre pintor Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) remitía a Clotilde, su mujer, durante los viajes que realizaba por motivos de trabajo. La serie cuenta con Pepe Sancho y Rosana Pastor en los papeles principales, y con una cuidada reconstrucción de época que ha requerido el apoyo económico de la Generalitat Valenciana.
Después, el cineasta se reencontrará con la obra del escritor Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928), de quien Escrivá ya había adaptado en 2003 Arroz y Tartana. Blasco Ibáñez, gran amante del cine, mecenas y guionista, fracasó en el intento de escribir, producir y quizás hasta dirigir una versión monumental de Don Quijote ambientada en el Nuevo Méjico de 1920. Ocho años de trabajo y un libreto de doscientas páginas cayeron en un olvido que Escrivá pretende subsanar tras llegar a un arreglo con los herederos del escritor.
La película supondrá, debido a su previsible alto presupuesto, acuerdos de producción entre el estado de California y la Generalitat Valenciana, y no verá la luz hasta 2008.