Cuando hace dos años se estrenaba "El hombre que nunca estuvo allí", fueron muchos los que elogiaron el buen hacer de los hermanos Coen, que no se ha visto mermado después de casi 20 años tras las cámaras. Pero ciertamente se echaba de menos un cambio, una película en la que el riesgo y la novedad consagraran el talento tantas veces demostrado. Ha sido una cinta como "Crueldad Intolerable", en la que el corte clásico y comercial está mas que patente, la que ha conseguido dar el espaldarazo final a tan prestigiosa carrera.
Y es que para un director original y diferente como puede serlo Joel Coen, no hay mayor reto que dirigir una superproducción, ni mayor logro que salir airoso de ella. Los Coen pueden estar orgullosos, pues no salen nada mal parados de esta aventura.Pero ¿cuál es el motivo final que impulsa a dos prestigiosos cineastas del off-Hollywood a firmar una comedia ligera? La respuesta la encontramos en su guión brillante, construido a la perfección para regalarnos divertidos y ácidos diálogos, y que son escupidos con pasmosa naturalidad por las rutilantes estrellas: Z-Jones y Clooney. Todo ello envuelto en una estética y acabado impecables, que conforman una película redonda.
La acción se desarrolla a caballo entre Beverlly Hills y Las Vegas, marco perfecto para unos personajes como Marillyn (Z-jones), una fría mujer cuya único objetivo es sacar dinero de sus fallidos matrimonios, y Miles (Clooney), el brillante abogado matrimonialista que le impidedirá lograr sus planes Pero entre litigio y litigio... sí, ambos se enamorarán. Tomando como inspiración las comedias clásicas, y deshechando los manierismos típicos de las superproducciones de hoy día, el director logra que una historia sobre la eterna guerra de sexos despierte en el público inusitado interés. La cinta mantiene al espectador pegado a su butaca durante toda la proyección, gracias a su frenético ritmo y al magnetismo de sus dos protagonistas, secundados por un reparto de lujo en el que destaca Billy Bob Thorton. "Crueldad Intolerable" no puede ser clasificada como película de autor aunque la firmen los prestigiosos hermanos, tampoco es justo tildarla de comedia romántica, aunque su trama así lo indique. Es simplemente buen cine ajeno a etiquetas y de modas, para muchos todavía no descubierto.