Vincent Cassel protagoniza y produce la primera película de Kim Chapiron, un joven de 24 años que ya había filmado en 2002 con el actor francés el cortometraje La Barbichette.
Chapiron escribió con su hermano Christian un guión llamado Le Sheitan, término árabe alusivo al diablo, que se rodó en la primera mitad de 2005 y que tras un arduo proceso de post-producción se estrena en Francia el próximo 1 de febrero. Le Sheitan es una historia de terror en torno a un grupo de jóvenes atrevidos y un brujo (Cassel) dispuesto a entregar su alma al demonio. En el reparto, Olivier Barthelemy, Nico Le Phat Tan, Roxane Mesquida y Leïla Bekhti.
El nombre de Vincent Cassel ya se ha convertido en el país galo en una garantía de éxito. Al intérprete, que cumple cuarenta años en 2006, le costó abrirse un hueco en la escena cinematográfica francesa debido a la oposición familiar y la sombra de su padre (el también actor Jean-Pierre Cassel). Gracias a sus colaboraciones con Matthieu Kassovitz (Metisse, El Odio, Los Ríos de Color Púrpura), Cassel se labró una imagen de rebelde atractivo y canalla entre la juventud, que compensaba con su aparición en films de corte histórico como Jefferson en París, Elizabeth o Juana de Arco.
Su relación sentimental con Monica Bellucci –a la que conoció durante el rodaje de Flash Back (El apartamento, 1996)-, sus intervenciones en cintas a la vez arriesgadas y populares (Dobermann, El Pacto de los Lobos, Blueberry), y sus papeles secundarios en producciones internacionales (El Misterio de Wells, Ocean’s Twelve) hacen de él ahora mismo una de las pocas auténticas estrellas europeas.