El escritor Ray Loriga (Caídos del Cielo), que debutó como director de cine en 1997 con La Pistola de mi Hermano y ha colaborado en los guiones de Carne Trémula, El Séptimo Día y Ausentes, rueda en Portugal, Trujillo, Cáceres, Alicante y Madrid su segunda película: Teresa, Muerte y Vida, una producción de Lolafilms e Iberoamericana Films que se estrenará en otoño y que gira en torno a Teresa de Cepeda y Ahumada (1515-1582), más conocida como Santa Teresa de Jesús.
Para encarnar a esta escritora, reformadora y mística religiosa, cuyo estilo literario fue calificado por fray Luis de León de claro, puro, delicado y elegante, Loriga ha apostado por la actriz Paz Vega (Carmen). Una decisión arriesgada pero coherente con la imagen que de Santa Teresa tiene el cineasta, autor también del guión, que pretende hacer del personaje ”algo más que una estampita a la que se reza sin saber nada de ella, sin apreciar la sexualidad metafórica de su obra ni su relación casi piel con piel con Dios” .
Vega estará acompañada por Geraldine Chaplin (como priora del convento de las Carmelitas en el que entró Teresa a los 19 años), José Luis Gómez (como Fray Pedro de Alcántara), Leonor Watling (Doña Guiomar de Ulloa) y Eusebio Poncela (Gaspar Daza). Un reparto sobresaliente que encuentra justa correspondencia en los aspectos técnicos, que firman entre otros el director de fotografía José Luis Alcaine (La Mala Educación), la diseñadora de vestuario Eiko Ishioka (Drácula de Bram Stoker) y el director artístico Rafael Palmero (Los Santos Inocentes).
En cuanto al score del film correrá a cargo de Michael Nyman, colaborador habitual de los realizadores Peter Greenaway y Michael Winterbottom. Célebre gracias a la banda sonora de El Piano (1993), Nyman atesora una gran experiencia como compositor para el cine, aunque nunca había colaborado en una producción española.
Vanidoso, prolífico y erudito, Nyman representa junto a Philip Glass y Steve Reich la cumbre del estilo compositivo llamado “minimalismo” –término creado por el propio Nyman en 1968, cuando ejercía de crítico especializado-, que tiene su origen en John Cage y se caracteriza en el caso del compositor de Las Horas por motivos melódicos cortos y reiterativos que evocan estructuralmente a Purcell y Händel.