Tras los buenos resultados de las dos primeras películas todo el mundo daba por hecho que Bryan Singer realizaría la tercera entrega. Efectivamente su próximo proyecto era otra adaptación cinematográfica de un cómic aunque no el que esperaban: Singer habia aceptado ocuparse de la nueva y largamente rumoreada versión de Superman. Una buena noticia para los seguidores del hombre de acero que sin embargo no lo era tanto para los fans de los hombres-X, ya que, muy a su pesar, la coincidencia de fechas le impedía hacerse cargo de ambas películas. Durante meses arreciaron los rumores sobre quienes serian los sustitutos del director y su equipo hasta que Brett Ratner (“El Dragón Rojo”) aceptó el reto.
Pese a su condición de recién llegado a una saga ya establecida y al torrente de críticas que los seguidores de las dos primeras películas comenzaron a verter, Ratner no se dejó amilanar y consciente de las posibilidades del material y del legado de las dos películas previas decidió encarar la tercera entrega manteniendo las constantes de Singer pero llevándolas a un espectacular climax: “Quiero mantener el tono y los argumentos creados por Bryan y los actores (...) Mi meta es coger lo que funcionó en las dos primeras entregas pero dotándolo de mayor emoción y llevarlo a su resolución”.
De está manera Ratner y los guionistas Zak Penn (“X-Men 2”) y Simon Kinberg (“Sr. y Sra. Smith”) planificaron la nueva entrega como el culmen de una trilogía en el que las líneas argumentales previas se funden con nuevos elementos con vistas a crear un final épico a la historia. A grandes rasgos el argumento de esta tercera entrega toma elementos de la famosa “Saga de Fénix Oscura” de Chris Claremont y John Byrne -un anticipo de la cual los fans reconocieron en las imágenes finales del segundo film- así como de la más reciente “La Cura”, a cargo de Josh Wheddon y John Cassaday. En la película, el regreso de entre los muertos de una Jean Grey con problemas para controlar unos poderes cada vez mayores coincide con el descubrimiento de una cura que permite a los mutantes volver a ser humanos normales, provocando un dilema entre los miembros de los X-Men así como la decisión de su archienemigo Magneto, al mando de su reconstruida hermandad de mutantes, de lanzar su ataque definitivo contra la raza humana. Este es el escenario en el que se desarrollará “la guerra para acabar con todas las guerras”.
El estreno mundial del film tendrá lugar el próximo 26 de Mayo, pero de momento Ratner ya se ha ganado el respecto de los actores de la saga. Hugh Jackman, Ian McKellen, Halle Berry, Patrick Stewart, Famke Janssen, Anna Paquin, Rebecca Romjim y James Mardsen repiten en un reparto donde todos han coincidido en alabar la labor del director, caracterizada por el respeto a las dos entregas precedentes y a la que ha dotado de gran espectacularidad en escenas como la que muestra a Magneto usando sus poderes para arrancar el Golden Gate y arrojarlo contra la prisión de Alcatraz o aquella en la que los personajes de Lobezno y Coloso reproducen el famoso ataque de “bola especial” tantas veces visto en los comics. Dicha espectacularidad ha sido posible gracias a la colaboración de talentos como los del supervisor de efectos especiales John Bruno (“Terminator 2”), el director de fotografía Dante Spinotti (“Heat”) o el diseñador de producción Edward Verreux (“Contact”), mientras la música corre a cargo de John Powell (“Cara a Cara”).
Como decíamos al principio, “X-Men: La decisión final” es una película que se encuentra en la encrucijada por la que otras sagas cinematográficas basadas en cómics cayeron en el más estrepitoso de los fracasos. ¿Será este el film encargado de romper con dicha tradición? Desde luego a priori tiene todas las papeletas para ello.