Primero fue "Toy Story", una auténtica revolución en el terreno de la animación digital, más tarde llegaron "Bichos" y la jovial "Monsters S.A.", donde el guión ya mantenía un peso primordial. Con este nuevo estreno, el estudio Pixar ha rozado la perfección.
Localizada la acción en las profundidades del océano, los responsables de "Finding Nemo" A. Stanton y L.Unkrich vierten toda su creatividad al servicio de una inolvidable aventura. En ella se embarca Marlin, un sobreprotector pez payaso que se verá obligado a iniciar un apasionante viaje en busca de su hijo Nemo, sorteando en su periplo toda clase de obstáculos (como preciosas medusas) acompañado por la fiel Dory, otro simpático pez convertido en lo mejor de la función.
Tras breves instantes de proyección, asistimos atónitos a verdaderas virguerías visuales, alimentadas con todo lujo de detalles, desde la enorme ballena hasta el pececillo más nímio. Si a esto añadimos toques dramáticos (aquí Lasseter se nos pone adulto) unida a una acertadísima vena cómica reflejada desde una óptica imaginativa desbordante, "Finding Nemo" se erige fácilmente como una de las mejores películas del año. La minuciosidad con la que ha sido tratado este producto destinado a toda la família, ha alzado esta maravilla de la animación a terrenos poco explorados en este campo. Y es que sorprende en cada fotograma -el encuentro con los tiburones o los problemas de memoria de Dory resultan difícilmente superables- y por una vez ayuda el trabajo de doblaje realizado por el equipo español. Mención aparte para Anabel Alonso, dando voz a la olvidadiza pero inolvidable Dory.
No cabe duda que el film suponía un reto para la factoría Pixar, el tono adulto que se desprende de ella sólo confirma el grado de implicación hacia un marco más serio, un comienzo triste que da paso a un ácido sentido del humor, revelando una química muy especial.
No es de extrañar que a los pocos días de su estreno en EE.UU se convirtiese en un auténtico blockbuster, desbancando la recaudación del hasta ahora insuperable Rey León. A su vez, en España Buena Vista ha superado todas sus anteriores cifras, con 4.582.000 € en 3 días, el doble que sus precursoras de la compañía. Desde luego vale la pena pegarse una buena zambullida en un escenario tan lleno de magia, el problema lo tienen ahora las madres, a ver como convencen a sus hijos para que coman pescado.