Cantet va más allá del turismo sexual y nos habla de la posesividad, de la soledad, del racismo y del amor.
“No quiero que la película se reduzca al tema del turismo sexual”, asegura el director del film, Laurent Cantet – director y guionista de El empleo del tiempo de 2001, Recursos humanos de 1999 y la más antigua La isla sanguinaires-. Para el director de “Hacia el Sur” (película basada en los relatos del escritor haitiano Dany Laferrière) su nuevo estreno es mucho más, es la primera vez que habla íntegramente de la mujer y de sus interioridades, por eso aboga porque su film no se quede únicamente en lo anecdótico del turismo sexual. Porque Cantet va más allá y nos habla de la posesividad, de la soledad, del racismo, del amor y supuestamente, de un país como Haití.
Al principio del film nos sitúa en el Haití de los años 80, aunque en ningún momento de la película se puede ver con claridad que “estamos viviendo” en el país más pobre de América veinticinco años atrás. En absoluto se muestra la realidad de un país infestado por la pobreza y la violencia. Sólo en algunas escenas intuimos la falta de democracia debido a la mano férrea de Baby Doc y la cochambre de casas en las que viven la mayoría.
El hotel “La Petite Anse”es un pequeño edén donde transcurre esta historia de mujeres interpretadas por Charlotte Rampling, Karen Young y Louise Portal. Un bonito hotel del Caribe donde van a liberarse del frío del invierno, de la soledad del alma y de los prejucios de la sociedad hacia las cuarentonas solteras o divorciadas.
La trama es de lo más sencillo y recurrente: Ellen (Charlotte Rampling) y Brenda (Karen Young) se enamoran del mismo haitiano de dieciocho años, un auténtico Adonis negro que las vuelve locas y ridículas en muchas ocasiones. El Adonis es Menothy Cesar (en el film Legba) que por esta interpretación se le entregó el Premio Marcello Mastroianni al Mejor Actor Revelación en el Festival de Venecia de 2005. Él le da lo que ellas quieren: un sexo con amor o un amor con sexo, depende de los ojos que lo miren. Ellas lo mantienen cerca con regalos y haciéndole sentir imprescindible en sus vidas, muy al contrario de lo que vive en su Puerto Príncipe natal que como cualquier haitiano sin dinero es tratado como un perro.
Hacia el Sur se mueve entre lo bucólico y lo mundano, mezclando conceptos y ensalzando el papel de la mujer occidental de cuarenta años que muchas veces huye hacia el sur para liberarse de la vida que no puede o no sabe llevar en su casa y en su trabajo.