Podríamos definir 'Tu vida en 65 minutos' como una comedia dramática donde se prescinde de estridencias.
Dos versiones de la magnífica canción In Between Days de The Cure sirven para abrir y cerrar la nueva película de la directora María Ripoll (Lluvia en los zapatos, Tortilla soup, Utopía). Entre ambas canciones se halla la historia de tres jóvenes barceloneses que se disponen a pasar un tranquilo domingo juntos haciendo lo mismo de siempre, una rutina placentera que les da seguridad. Cuando en la sección de esquelas del diario creen ver el nombre de un antiguo compañero de colegio los tres amigos decidirán acercarse por el tanatorio para presentar sus respetos a los familiares del difunto, y a partir de ahí su rutina dominical se irá salpicando con novedades derivadas de la visita al lugar.
Basada en una obra de teatro de Albert Espinosa (guionista de Planta 4ª de Antonio Mercero), podríamos definir Tu vida en 65 minutos como una comedia dramática donde se prescinde de estridencias para dar paso a una exposición pausada y modélica de sentimientos y sensaciones poco frecuentes en el cine español. El tema central es la muerte, pero también hay espacio para jugosas reflexiones sobre el amor y la amistad, todo ello engarzado con unos diálogos de una frescura impresionante que evitan acertadamente caer en lo melodramático o en el humor negro facilón. Incluso se toca el tema de la homosexualidad huyendo de cualquier cliché imaginable.
Los jóvenes actores que se ponen en la piel de los protagonistas están bastante correctos y gracias a la acertada dirección de Ripoll el espectador logra salir del cine con la sensación de que se trata de amigos suyos de toda la vida. Destaca la naturalidad que quiere transmitir la cinta, aunque a veces ésta desemboca inevitablemente en algún tiempo muerto donde la acción se estanca.
Pese a lo prescindible de alguna de esas escenas nos queda una sensación de conjunto más que agradable, y ni siquiera toda la serie de casualidades que se van sucediendo, sobre todo a partir de la segunda mitad de la película, consiguen empañar el resultado final.
La música tiene un papel fundamental para conseguir crear el ambiente melancólico que predomina en ciertos pasajes de Tu vida en 65 minutos. En la banda sonora no encontraremos ningún grupo famoso, pero eso no evita que su acertada conjunción con la voz en off del protagonista principal y ciertas imágenes que parecen sacadas del campo publicitario o de los videoclips de autor nos predispongan hacia la tristeza reinante en algunos tramos.
A pesar de la temática y de ciertos toques tristones, la película se ve con una media sonrisa, aunque el sorprendente final te hace salir del cine reflexivo, dándole vueltas a alguna de las frases o situaciones sacadas de la vida misma que nos han expuesto los responsables de la misma. Una de sus virtudes más destacables podría ser que a través de la frescura de sus ansias costumbristas busca trascender sin grandes aspavientos, así que no hay motivo para no recomendarla abiertamente a cualquiera que busque algo relativamente novedoso en la cartelera.