Ahora que a los personajes del capitán Jack Sparrow (Johnny Depp), Will Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swann (Keira Knightley) parece que los conociésemos de siempre habiendo vivido sólo una aventura, sería curioso recordar que cuando se anunció el proyecto de Piratas del Mar Caribe: La Maldición de la Perla Negra los analistas predijeron que sería un fiasco: El guión de Ted Elliott y Terry Rossio –que repiten en El Cofre del Hombre Muerto- se basaba en una popular atracción creada por Disney para uno de sus parques temáticos. Cierto que ésta ya había inspirado en parte Monkey Island, el videojuego clásico, pero se argumentaba que el desarrollo dramático que exige el cine hacía ridículo partir de un divertimento de feria.
Elliott, Rossio, el director Gore Verbinski (The Ring), el trío protagonista, y unos soberbios efectos visuales de Industrial Light & Magic, se conjuraron para burlar los augurios y hacer de La Perla Negra no solo la cuarta película más taquillera de 2003 en todo el mundo tras El Retorno del Rey, Buscando a Nemo y Matrix Reloaded, sino también una favorita en la edición 2004 de los Oscar, donde compitió por cinco estatuillas, entre ellas la correspondiente al mejor actor (Depp).
Así las cosas, una segunda parte parecía una apuesta segura. Pero el productor de La Perla Negra, Jerry Bruckheimer, ha vuelto a sobrepasar las expectativas al rodar con el mismo equipo no una, sino dos secuelas. El Cofre del Hombre Muerto se estrena en unos días. La tercera entrega, aún sin título, en 2007. La estrategia propicia una reducción de costes en la producción; pero en un momento tan frágil como el que atraviesa actualmente Hollywood, si la segunda parte es un fracaso los responsables de la trilogía se encontrarán entre las manos el próximo verano con una película ya realizada y sin público potencial.
Para eludir ese riesgo, El Cofre del Hombre Muerto ofrece un espectáculo que supera al primer film y deja al aficionado con ganas de más: Jack, Will y Elizabeth afrontarán penalidades que no afectarán únicamente a su físico, sino a sus emociones. Sus antagonistas serán el terrorífico capitán Davy Jones (Bill Nighy), una mezcla de ser humano y criatura marina, y Lord Cutler Beckett (Tom Hollander) un implacable cazador de piratas. Por su parte, el navío La Perla Negra compartirá pantalla con un buque fantasma, El Holandés Errante, y con el Kraken, una monstruosa criatura de las profundidades que ha tenido un lugar privilegiado en las fábulas de los marinos desde tiempos inmemoriales.
El tiempo de filmación, las localizaciones y los efectos escenográficos se han multiplicado. El primer golpe de claqueta se dio el 28 de febrero de 2005 en Costa Alegre (Méjico). El último, casi un año después, el 7 de febrero de este año. El equipo recaló además en las Bahamas, Dominica, el Reino Unido, Alabama y Los Ángeles. Las dos naves que aparecen en la película fueron construidas físicamente casi en su totalidad, dejando a la infografía los detalles relacionados con los mástiles y las velas. Y los diseñadores de vestuario tuvieron que crear 8.000 piezas distintas para estrellas, secundarios y figurantes.
Curiosamente, tantos esfuerzos desembocarán en el lugar en el que nació la saga. En efecto, El Cofre del Hombre Muerto tendrá una premiere especial en el parque temático de Anaheim (California) donde la Disney había establecido la atracción original de Piratas del Caribe. Ésta reabrirá sus puertas tras una remodelación que le permitirá incluir en su desarrollo las nuevas aventuras de Jack Sparrow y compañía. Signo de estos tiempos de intertextualidad multimediática, que nos garantizan disfrutar de nuestros personajes favoritos allá donde vayamos.