La condena de Jack Sparrow
En El Cofre del Hombre Muerto descubrimos que el capitán Jack Sparrow eludió milagrosamente la maldición de la Perla Negra solo para verse enredado en un problema aún más grave: si no satisface una deuda de sangre con el siniestro Davy Jones, se verá enrolado por toda la eternidad en la nave fantasma El Holandés Errante.
Jack recurre a sus amigos Will Turner y Elizabeth Swann, a punto de casarse, y los tres se embarcan en la búsqueda del cofre del hombre muerto, que según la leyenda faculta a su poseedor para controlar a Jones. Pero ese cofre es codiciado también por Lord Cutler Beckett, un militar al servicio de la Compañía de las Indias Orientales empeñado en erradicar el pirateo y dejar expeditas las rutas de navegación para el comercio de té y otras mercancías.
La lucha sin cuartel por el cofre nos dará a conocer facetas del pasado de los protagonistas, incluyendo la aparición del padre de Will Turner, al que daba por perdido: Bootstrap Bill (encarnado por Stellan Skarsgard). La narración resolverá algunas incógnitas, pero dejará a nuestros protagonistas colgando de un hilo que recuperaremos con el estreno de la tercera entrega de la serie.
Un planteamiento arriesgado por parte del director Gore Verbinski, el productor Jerry Bruckheimer y los guionistas Ted Elliott y Terry Rossio, que tiene dos antecedentes cercanos y marcados por una suerte diversa: Fueron muchos los espectadores que desertaron entre Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, mientras que El Retorno del Rey concluyó la saga de El Señor de los Anillos en un baño de multitudes.