El cine en general lleva años sufriendo achaques en cuanto a comedia inteligente se refiere. Si nos acercamos a la producción cinematográfica que más nos atañe directamente, podemos citar algunos nombres que han dejado el listón bien alto arrancando risas del respetable a diestro y siniestro. Sin despreciar el talento de tantos otros directores, los dos Fernandos, Trueba y Colomo, y Joaquín oristrell merecen sin duda una alta distinción en el género que siempre ha reportado beneficios al cine espeñol.
Estos tres gigantes de la comedia (a principios de los 80 crearon la llamada "comedia madrileña") coincidieron en varias producciones, Trueba y Oristrell en el guión, mientras que Colomo se encargaba de la tarea de dirección, identificándose con ese tono sarcástico costumbrista tan propio, rozando la amargura sin aristas tan cercana a los intereses del público.
La idea de "El próximo Oriente" parte de Oristrell que ya trabajó con Colomo en Bajarse al moro en 1988 y ya en los 90 con Alegre ma non tropo y El efecto mariposa. Resulta curioso que el director opte repetidemente por la figura del "pardillo" como engrase perfecto para que una comedia funcione en su justa medida (ya lo hizo en Eso y en las dos últimas citadas). En este caso, el protagonista de esta comedia de enredo es un poco agraciado y repelente de mujeres que sigue la fórmula al dedillo.
El escenario se localiza en el barrio de Lavapiés, con la mezcla de culturas como telón de fondo. En él toman cuerpo los dos protagonistas, dos hermanos, Abel (Asier Etxeandia) en el papel de guapo y malo, y Caín (Javier Cifrián) el feo y bueno. La trama arranca cuando Abel, casado y con dos hijas, deja embarazada a Aisha (Nur al levi), pero es Caín el que decide hacerse pasar por el padre asumiendo con ello el mantenimiento del bebé.
La diversidad se ha convertido en una constante en el cine de Colomo, optando siempre por la integración más allá de diferencias entre idiomas y religión. En la producción que nos ocupa, el Islam se nos ofrece como un puente de acercamiento en un momento en el que la visión occidental se ha dejado arrastrar por el terror. El próximo Oriente conjuga el humor a base de enredo y con la frescura que tanto aborda Colomo, cine entreñable, cómodo, sin fisuras, añadiéndose en este caso el tono exótico y con la particularidad de haberse rodado cámara en mano, retratando así a la comunidad bangladeshi con cierto aire documental.
El resultado remarca la coherencia en la trayectoria del director madrileño, esto es, efectiva y divertida comedia romántica que además de hacernos pasar un rato agradable, propone un diálogo entre culturas, descubriendo que hay más cosas que nos unen en vez de separarnos.