Has comentado que no te importa tanto de dónde sea el proyecto que te ofrezcan, sino que el personaje en cuestión te seduzca...
No sólo que el personaje me seduzca, sino que lo comprenda, porque un personaje me puede seducir muchísmo, pero si yo no lo entiendo no lo puedo hacer. Y me ha pasado y es una desgracia. Es una tragedia que te llame un director estupendo, que te ofrezca un guión maravilloso con un personaje divino y que te guste la historia pero no entiendas el personaje. Lo puedes intentar, pero a veces es algo casi visceral. Si no sientes que lo puedes hacer tuyo es mejor divorciarte del proyecto.
¿Qué te sedujo de Angélica?
De Angélica me sedujo todo, desde el principio hasta el final. Su forma de ser, de pensar, de amar y lo valiente que fue mientras vivió.
Parece que últimamente hay pocos personajes en el cine español que logren seducirte y, al mismo tiempo, ser comprensibles...
Para nada, ¡qué va! Lo que pasa es que recibo muchas más ofertas de fuera que españolas. Me da una pena tremenda. Me parece que en el cine español se hacen películas maravillosas. Espero que ésta sirva como un antes y un después para que la gente se decida a contar las historias como quiera. Antes creo que aquí se hacen películas de más. He leído guiones que he dicho: "Espero que esto no se haga nunca". Y luego, los miembros de la Academia recibimos películas que no se estrenan jamás y que son, de verdad, muy flojitas y creo que no ayudan a nadie, ni a los que las han hecho o hacemos (que yo también he hecho películas tremendas, que lo sé) ni a los espectadores potenciales. A veces se sueña y se intenta, pero creo que hay que ser bastante objetivo: con un guión que no está perfecto creo que es mejor no empezarlo.
¿Cómo explicas que te lleguen más proyectos de fuera?
No sé, yo creo que la gente piensa que me he ido. Por favor, decid que no, que sigo aquí. Yo vivo en Madrid, en el centro, desde hace 12 años y no me he movido. Voy fuera, hago mi trabajo y vuelvo a mi casa que es donde vivo y donde quiero vivir toda mi vida. Quiero estar aquí. Posiblemente haga una obra de teatro y al principio no me llamaron porque pensaron que no iba a aceptar el caché de una obra de teatro de esas características, en un teatro pequeñito y no comercial y, segundo, porque pensaban que vivía fuera. Les llamé y les pregunté: "¿Puedo hacer un casting? (Risas). Y fuí, hice el casting y creo que lo voy a hacer... Ahora depende de mover un poco las cosas que no dependen tanto de mí. Me apetece muchísimo trabajar. Creo que en España hay muchísimo talento y grandísimos directores y directoras y un montonazo de actores y actrices con los que me apetece muchísimo trabajar y seguir aprendiendo.
Ha tenido la gran fortuna de trabajar al lado de algunos de los más grandes del cine español, como Imanol Arias (en África), Juan Luis Galiardo (en Familia), Federico Luppi y Mercedes Sampietro (en Las huellas borradas, 1999, de Enrique Gabriel) o Antonio Resines (en Dos tipos duros, 2003, de Juan Martínez Moreno). Y también con algunos de los mejores actores extranjeros desde que decidió dar el salto al charco y labrarse una carrera internacional un tanto errática pero interesante.
¿Qué tal la experiencia fuera?
Pues mira, ha sido tan variada... En la primera película que hice en Estados Unidos, no había dinero para nada. Rodamos con colas de negativo. No se ha acabado, nunca se estrenará. Filmamos en una casa del primo de uno que se supone que era el productor y que a la segunda semana de rodaje desapareció y nunca más se supo (risas). Rodábamos 22 horas diarias, adelgacé como 4 kilos en un mes y medio, porque era una locura. Yo hice de ayudante de dirección, de script, de jefe de vestuario, porque allí no había nada, era: "Tú tráete los pantalones aquellos y tú vuelve mañana con esa camisa rosa para rodar aquella escena"... Y hacía el plan de rodaje al final porque yo tenía que irme por fechas y... no sé, ¡un desastre! Como un corto mal hecho, pero durante un mes y medio, que casi me muero... Y luego me ofrecen Van Helsing (2004, de Stephen Sommers), no sé cuántos meses por ahí rodando. Pues también superproducción, otra experiencia muy diferente y donde he aprendido muchísimo y me lo he pasado muy bien. Tengo que decirte que es muy divertido encontrarte al director en el hotel y que te diga: "Oye, que mañana quiero que estés en el rodaje". Y tú: "Pero si mañana no ruedo". Y él: "¡Búscate algo!". Y al día siguiente, llegas y dices: "¡Aquí hay un árbol y un bosque! Entonces me cuelgo del árbol y hago: "¡Ahh!", y le asusto". ¡Y le parece una idea estupenda! Y les digo: "Bueno, pues cuélguenme ustedes del árbol! Y, efectivamente, te cuelgan del árbol en medio minuto y vuelas por todo el bosque de Praga y dices: "¡Qué maravilla, no!". Y el tío estaba encantado porque, entre otras cosas, también me preparé el personaje como los preparo y era un personaje humano... vampiro, mala, muerta... todas las cosas que quieras, pero era un personaje que sentía y tenía sus emociones y eso, a veces, parece que les emociona también a ellos un poco, con lo cual, es divino.
Y rodar en Londres con Gary Oldman (Dead Fish, 2004, de Charley Stadler), pues ha sido una experiencia maravillosa pero te voy a explicar: esta película no se ha estrenado. El otro día hablé con el director, no sé si se estrenará alguna vez, porque a última hora han entrado productores americanos. Es una película maravillosa, exquisita, con un guión divino, con un reparto impresionante y el productor americano al final firmó una cláusula sin que los productores alemanes lo supiesen en la que decía que se quedaba con el final cut y el final cut en contrato pertenece al director y a los productores alemanes. Y están en pleitos y en juicios desde hace 3 años y no creo que se estrene nunca. La mitad del negativo la tienen unos y la otra, otros.
¿Y con Julianne Moore?
¡Ay, genial! Bueno, soy fan absoluta, lo he sido siempre, pero es que ahora, después de estar ahí rodando con ella, con Tom Kalin, que ha sido el director de la película, que es maravilloso. ¿No sé si has visto una película que se llama Swoon (1992)? La rodó en 15 días, es una película que recomiendo. Y esta también ha tardado como 12 años en rodarla porque le ofrecían producción en Estados Unidos pero si al final era no sé cómo, o si no se veía no sé qué... y es una historia incestuosa entre una familia aparentemente ejemplar que lo que es un desastre. Y no querían contarla cómo era. Y consiguió que unos productores españoles, una productora chiquitita e independiente, la produjesen. Y rodar con esta mujer ha sido lo más grande que me ha pasado en mi vida. Tenía escenas con ella y me tenía que pelear conmigo misma porque se me caía la baba mirándola y me olvidaba de mi personaje y de que estaba trabajando. Es una mujer que hace toma tras toma y a cada cual mejor, perfecta, superprofesional, divina, magistral. Un actriz como la copa de un pino. Yo siempre he dicho que soy fan de Meryl Streep, ahora voy a tener que decir que soy fan de Meryl Streep y Julianne Moore...
Hasta que un día trabajes con Meryl Streep...
¡Ay, eso si algún día me pasa me tendréis que ir a recoger porque creo que no podré volver, me iré derritiendo así por el camino!... Me parece lo más. Pero bueno, también soy fan de todos los compañeros que están en este proyecto. Trabajar con este reparto ha sido como... ¡Buah!... Me dicen ahora: "Firma aquí que vas a seguir la saga de Alatriste durante 5 años y yo me entrego por Angélica, me vuelvo loca o lo que quieran...
Aún queda un tomo por publicarse...
Eso he oído. Pero no, creo que esta película es una y única. No creo que pueda hacerse Alatriste 2, no va con nosotros.
Elena se despide dispuesta a continuar la ardua promoción del filme con una sonrisa preciosa en su angélico rostro. Es normal... la Anaya empieza a estar ya acostumbrada.