El de los asesinos en serie es un auténtico universo de culto que ha encontrado en las expresiones populares, y especialmente en el cine, una macabra manera de conectar con las áreas más secretas y perturbadoras del público.
A pesar de que son ya muchas las películas consagradas a ellos, todavía hay muchos asesinos en serie por “descubrir”. Uno de los más singulares es una mujer, Belle Gunness (1859-1908), que mató al menos a treinta y cinco personas, entre ellas a todos sus maridos e hijos (en la imagen, con dos de ellos). Su especialidad era precisamente la de formar familias junto a hombres adinerados, deshaciéndose después sin compasión de quienes la rodeaban. Gunness escapó de la justicia, y su caso, aunque inspiró una película muda en 1910, perdió relevancia frente a los horrores de la Primera Guerra Mundial.
Ahora, un grupo de cineastas liderados por el director Stephen Ruminski pretende recuperar el caso Gunness y sus muchos claroscuros. Sin embargo, la materia es tan turbia que todavía no han encontrado financiación para el film, por lo que rodarán primero un corto que demuestre que sus intenciones no son en exceso morbosas para poder completar la financiación de la propuesta. En ella están implicados también el guionista Matt Christy y Bruce Johnson, el mayor experto vivo en Belle Gunness.