A pesar de tratarse de una de las figuras de la música pop y la contracultura más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, el cine todavía no había abordado la vida de Janis Joplin (1943-1970), desgarrada intérprete de rock and roll y blues que falleció con solo veintisiete años víctima del alcohol y la heroína.
Finalmente, el productor Peter Newman ha logrado hacerse con los derechos para representar la vida de Joplin (en la imagen) y para usar sus canciones más conocidas. Le ha costado doce años.
La película resultante tendrá un presupuesto de veinte millones de dólares y será dirigida por Sean Durkin, que se ha ganado un estatus de culto esta temporada gracias a su ópera prima, el thriller Martha Marcy May Marlene.
En cuanto a la intérprete de Joplin, papel que en anteriores proyectos frustrados han ambicionado Amy Adams, Renee Zellweger, Pink o Zooey Deschanel, ha sido adjudicado a Nina Arianda, actriz neoyorquina de treinta y ocho años con escaso vuelo cinematográfico (ha interpretado pequeños papeles en Win Win, Midnight in Paris o Un golpe de altura) pero con amplia experiencia teatral, que le acaba de procurar un premio Tony por la obra Venus in Fur entre otras distinciones.