Eragon o La brújula dorada son ejemplos palmarios de que no es oro todo lo que reluce en lo referente a las adaptaciones cinematográficas de exitosas novelas (sagas) para jóvenes. Sin embargo, taquillazos puntuales como el generado por la reciente Los Juegos del Hambre animan a insistir a Hollywood una y otra vez en el género.
La última sensación literaria que será llevada a la pantalla es The Maze Runner [publicada en España como Correr o Morir], que goza desde este verano en Estados Unidos de una precuela titulada The Kill Order. Uno y otro libro se ambientan en un futuro distópico en el que un joven llamado Thomas ha de afrontar junto a otros chavales un misterioso laberinto poblado de monstruos, sin que ni él ni sus compañeros de aventuras sepan el motivo de su estancia en el lugar ni recuerden su pasado.
La versión cinematográfica de The Maze Runner iba a ser dirigida por Catherine Hardwicke (Crepúsculo), pero finalmente se hará cargo de ella Wes Ball, director con solo tres cortometrajes en su haber: Jacob: The Movie (2002), A Work in Progress (2009) y Ruin (2012). En cuanto al guión de la película, ha corrido a cargo de Noah Oppenheim.