La ciénaga (2001), La niña santa (2004) y La mujer rubia (2008) han hecho de la guionista y directora argentina Lucrecia Martel una de las figuras más aclamadas del circuito internacional de festivales. Sin embargo, desde el estreno de La mujer rubia su nombre no ha estado ligado más que a algunos cortometrajes…
La razón es que Martel (en la imagen durante un rodaje) ha estado cuatro años inmersa en El Eternauta, adaptación del cómic fantástico homónimo de sus compatriotas Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López que, desgraciadamente, se ha frustrado (también Adolfo Aristarain, Fernando Solanas y Gustavo Mosquera han fracasado en el empeño, lastrado al parecer por las exigencias de la familia de Oesterheld, fallecido en 1978).
El caso es que Martel ha encontrado ya otra fuente de inspiración: la novela de Antonio di Benedetto Zama (1956), considerada una de las más importantes de la literatura argentina; una crónica histórica ambientada a finales del siglo XVIII, sobre la permanencia de un funcionario de la corona española en una remota población del Río de la Plata, en espera de un sustancioso nombramiento en otro lugar de más importancia que nunca termina de producirse.
La versión cinematográfica de Zama se filmará en julio de 2013 con producción inglesa, francesa y española, ya que la compañía de Pedro y Agustín Almodóvar, El Deseo, formará parte de la misma.